08 julio 2017

¿¡TERTULIAS !?


Arq. Vicente Vargas Ludeña
La arquitectura metafísica que la filosofía crea para una cabal comprensión del “ser” y las “cosas”; desde el más sutil esencialismo son macroestructuras que se levantan para sostener un corpus y la existencia misma en su compleja plenitud: el ser, la naturaleza, el universo total; y todo aquel esquema que pueda aparecer en la mente humana. Los pilares de diversos materiales que sostienen el pensamiento en plena evolución dialéctica son: la ontología –el ser-; la teleología –los fines-; y la axiología: lo valores estéticos, éticos y morales. En el conjunto del tema que nos preocupa, este, es el de más importancia en el seno de lo político.
¿Por qué tanta epistemología para explicar lo simple y cotidiano de nuestra existencia social de la realidad actual que vivimos? Simple. Porque el nuevo gobierno que hemos elegido: el Sr. Presidente de la República Lenin Moreno; inició una tertulia plagada de entelequias, abstracta, con misceláneos interlocutores y hasta habitantes de barrio “lumpen” –no bajo-. Porque, según él, dialogar es posible con quien quiera, donde quiera y lo quiera. Eso, es verdad. Cualquier viandante lo puede hacer. No así. El Primer Magistrado de una nación. Dos personas que desde las antípodas, en nada convergen y conversan, buscan un propósito, un telos –un fin-. ¿Cuál es ese común afán? Durante los diez años de gobierno fueron irreconciliables, durante la campaña electoral, igual. Los “contradictores” algún karma los vincula. Se descarta el espíritu cristiano. El bien nacional está en duda; cuando ha retornado después de veinte años los más despreciable, perverso y dañino de la política nacional.
Los axiomas de sus sustratos filosóficos para diseñar El Plan de Gobierno y armar su Gabinete empieza: “la ideología la iremos armando, construyendo en el devenir y desarrollo de nuestras acciones. Por ahora, no la necesitamos”. “No temamos al diálogo, ni a las diferencias”. Entre otras máximas dialécticas.
Ser un “hombre bueno” en el poder, no basta. Es conocida la tragedia que lo postró a nuestro Presidente. Esto  parece que lo motivó e impulsó a romper barreras de toda índole; que para otros habría sido un agujero negro en sus vidas; siendo tragados por la inercia y el pánico. Con La motivación, el auto superación, independiente de sus cualidades intrínsecas emprendedoras en el marco que la sociedad le ofrecía; transformó su vida como los demás: sin rémoras ni complejos.
Pero la silla Presidencial que ocupa HOY no entra en el manejo solo de los valores y la motivación. La teleología es el punto final de lo que anhelamos y  buscamos: la Nación de todos y para todos. La axiología en su fino alcance de la comprensión de los valores y su aplicación no funciona para cambiar el destino. Aquello es válido en grupos de reflexión de una vida degradada. O no. Puede ser también en deseos de  mejoramiento de sus conductas y acervo de valores que hayan construido para  sobrevivir en una cada vez más compleja sociedad. La escala de valores que cada uno arma para su vida, es proporcional a la heterogénea sociedad que vive el sujeto. Claro está. Nadie puede vivir sin valores. Sólo los cadáveres carecen de ellos.
No puede el mandatario de una Nación ejercer el poder, solo con un discurso axiológico, de lo estético, ético o moral. Peor aún con un panegírico de dios, del buen cristiano, o  la bondad, como son las alegorías  de los  curas en la parroquia a una pequeña feligresía.
El Presidente Lenin Moreno debe comprender que el Estado –nación no está compuesta por congregaciones de sacerdotes, obispos; tampoco solo por granujas. Somos un País heterogéneo, desigual, inequitativo, polarizado. El carácter de clase social, promueve estilos de vida diferentes y desiguales –unos riegan sus jardines, lavan sus carros con abundante agua; mientras otros compran como el pan en la tienda, el agua para su consumo mínimo. Eso Sr. Presidente no lo modifica con un tratado de valores. Ni diálogos, encuentros, perdiéndole el miedo a las diferencias.
El PODER se ejerce con un proyecto de sólidos y enérgicos principios, ideología socialista, y una lucha sin  tregua contra la burguesía rentista y patrimonialista. Ellos, en USTED no ven un Mandatario, sino un operador de sus negocios. Le irá peor, al no satisfacerles sus faenas de enriquecimiento fácil y corrupto.
Sr. Presidente, ojala no suceda, pero las elites están preparando la fiesta. El pasado político y económico está, virando la esquina, y no sea Usted, quien los conduzca al “FESTIN”.
En Venezuela la derecha fascista, desde la muerte de Hugo Chávez, diariamente intentan oscurecer o borrar la memoria de su líder; creen que aquello contribuirá a un rápido olvido y la vuelta a sus mieles centenarias del poder. Rafael Correa está en el imaginario colectivo; Usted aún no alcanza esas cotas. Si su lealtad al pueblo que lo eligió, le devuelve con decencia, honradez y cambios profundos; diríamos que en el Ecuador se está multiplicando una raza de gigantes. Caso contrario, agrandará la engalanada galería de Mandatarios canallas.

Este texto es un colofón para otro que escribí, cuando lo declararon Presidente: “DOSSIER PARA LENIN MORENO”