Arq. Vicente Vargas Ludeña
Para los creyentes, históricamente
es una pregunta sin respuesta. Dos mil años han transcurrido, y en todas las épocas,
la pregunta enigmática late en el dolor, el agnosticismo, y en la negación de
aquél fenómeno. Es el pecado; la razón más abstracta; y sacrilegio culposo: ¡¡matar
a quien nos venía a salvar!! Para los creyentes
que algún valor le dan a esta historia; existen una multitud de causas,
efectos, actores, poderes políticos, perversiones humanas. El guion sigue
infinitamente. No debe morir, debilitarse: el mito, la leyenda, la culpa y
principalmente los asesinos, los traidores, los verdugos…
Este relato, parecerá estúpido
para los creyentes, que por estos submundos de la razón, abundan. Exhiben sus creencias
cuando les es propicio, el domino de clase y poder económico. Europa está
sanando de esta pandemia universal; dejando de lado esta historia de pecados,
Judas y pretorianos.
El símil, para algunos,
repito, será apóstata. Tampoco busca santificar, exonerar al gobierno de Rafael
Correa. Han transcurrido -vamos ya- por los cinco años, y los energúmenos de la
seudo política, sin recursos teóricos, sin un corpus epistémico, recurren
diariamente a las comisarias a pregonar algún delito que se encontraban, mientras
caminaban por la calle. Este affaire se convertirá en leyenda, mito, al estilo
de Makoto Chimbolo. Como en la crucifixión, existen los culpables, los pecadores;
los poderes y los verdugos. El poder se lava
las manos, no encuentra razón para descarnar en la cruz al acusado. A Correa le
han asignado una jauría que lo persiga y descarne hasta el fin de los tiempos.
El pasado que fue de un primitivismo tribal. Casos abundan –Febres Cordero, Bucaram,
Mahuad, donde el escolar del presente, descubrió que depredar, acumular riqueza
desde el poder es muy fácil-. Los 8000 mil millones que se birlaron de erario
nacional; son nada más que recuerdos. Los asesinatos de ciudadanos ejecutados
por el omnímodo poder del hoy escombro político, Nebot y su mentor. Todo
aquello, solo existe en la memoria de los pecadores que sufrimos la exacción del
patrimonio personal, y el carnaval enmascarado de burla, fabricado por los que
hoy, regresaron para no marcharse, hasta que se agote el manantial de riqueza
que se propusieron acumular.
La inducción
destructiva del Estado-nación que le programaron al CANALLA de Lenin Moreno; más
la ESTUPIDEZ de este escolar; el sacrificio de la misa. Para continuar con el
hilo conductor de un mito que los poderes apologéticos luchan por la supervivencia;
denomina la iglesia, en el ritual de la misa, en el altar, consagrando el
cuerpo y la sangre –el vino y la hostia-.