Arq. Vicente Vargas Ludeña 29/09/2015
Extirpar los genitales a un hombre como fenómeno cultural, es un acto de
barbarie de difícil comprensión en los tiempos actuales. Sin embargo fue una
práctica muy extendida en avanzadas civilizaciones
decididamente esclavistas. Esta circunstancia provoca en la victima una extraña
identidad, anula su genética capacidad de lucha intrínseca en el reino animal, de
la manada con el macho alfa y en los
aspirantes a ser líderes. En el humano se dan las mismas condiciones de
contienda entre individuos. Cuando digo lucha, contienda, estamos referenciando
todas las manifestaciones de vivencias y supervivencias a las que el hombre se
enfrenta en la cotidianidad.
Las culturas poligamias utilizaban a los eunucos para vigilar
y proteger a las mujeres del harem que sus jeques, califas monarcas y otros tenían en sus palacios. En
consecuencia el eunuco queda reducido a su mínima expresión vegetativa. No engendra
descendencia, no genera ideas, su mundo real y síquico es una laguna liquida
lechosa donde nada es destacable en su rutina; solo es útil en los laberintos
de la Corte como paje y mudo testigo. El mundo exterior no existe para él;
desde los almenas del Palacio contempla las montañas, las valles, los pueblos;
pero nada de eso comprende, aunque a veces aparezca una chispa de deseo.
El recorrido metafórico al que hemos recurrido tiene como
objetivo explicar el fenómeno político que se da en nuestro hemisferio y en
especial: América Latina; de los que han elegido desde sus sombras el odio, el
rencor y las más bajas pasiones para descargar sus irracionales, sus eunucos deseos. Utilizan cualquier superficie plana
vertical –un muro- de la ciudad; manejan todos los medios digitales; las ondas
radiales y televisivas; la palabra entintada de cualquier pasquín; los
invisible bits del internet, para replicar, repetir, emular los mismos
argumentos, imágenes, textos que se originan en cualquier lugar de injurias,
ofensas, denuestos, humor negro, contra el Gobierno del Presidente Correa; y todo
lo que se relacione con él. Entonces Venezuela, Bolivia, Argentina y demás
Países son iguales: sátrapas, asesinos, dictadores, incapaces, ladrones,
corruptos, orgiásticos, vanidosos; y una larga ruta trazada de los peores senderos
del mal, y construida con miserables materiales, que solo al infierno conducen.
La dialéctica de la sociedad crea en el juego de las leyes de
las contradicciones fenómenos que revelan complejas relaciones. Poseer una postura
ideológico política es deseable y natural en la especie humana, cada quien la
modula a su real saber y entender; y esta debe expresarse cuando la oportunidad
lo exija. Claro, ese manifiesto debe ser un corpus para el debate inteligente,
confrontativo propio del que lo propone y lo defiende.
En el mundo interconectado de la información y la
comunicación están omnipresentes determinadas ventanas a las que uno se asoma
para ver y ser visto. El Facebook por ejemplo. La urdimbre de estas tupidas
redes son una trampa porque nadie sabe donde se origina el argumento; -idea no,
porque jamás engendran una-, la imagen, el humor negro, porque los que usan
esos artilugios no son capaces de crearlos, esa es la razón de su emasculación intelectual.
Están castrados mentalmente, y su rol es
replicar o repetir lo que alguien, según ellos han elegido como sus pensadores
de peso. Entonces se limitan a dar un clic “me gusta”, o parafrasear con dos
líneas “eso es verdad”, “esa es mi heroína, así se hace, así se dice”… cuando
replican alguna barrabasada de una indígena de baja estofa; o sus otras
heroínas y otros héroes. Estos eunucos sin haber estudiado apologética son
sutiles maestros en la estructura y aplicación de la apología de los más
desclasados intelectualmente, y elevan a abanderados de la lucha a: la Tibán,
Jiménez. Gutiérrez, a la estrella pop Viteri social cristiana, Lasso, Bucaram y
otros de claro perfil lupem-malandro.
Lo que sostengo es curioso, se puede comprobar en otra red
que no la usan con el mismo entusiasmo y despliegue que lo realizan en el
Facebook, porque construir un pensamiento con 140 caracteres no está en sus
tejidos neuronales: es el Twitter. También pueden derramar todo el veneno, en
esta red, contra sus enemigos socialistas o comunistas como llaman a la nueva
generación política en el poder. También pueden hacer apología a sus héroes.
Destacar todos los defectos y cuestiones morales del Gobierno; que indudable
los hay. Pero sus argumentos eunucos pletóricos de odio no son razonados,
ponderados que buscan enmiendas; son irracionales, llevan implícito la
violencia, el magnicidio, el reemplazo, el golpe. No son originales, la
parafernalia mediática que ronda, los ha
castrado, nada de lo que copian y pegan les
pertenece, es de otros el discurso, pero tienen el mismo veneno.
Inclusive remembran posturas fascistas que desconocen su procedencia y
significado. Nada más.
En consecuencia, los eunucos dedican todas sus energías a
cuidar como en el harem a las mujeres de su amo. Aquí defienden el pasado
político económico y social, del que tampoco se beneficiaron, recogiendo toda
la basura que navega por el ciber espacio, y que les son útiles para satisfacer
sus odios de origen desconocido y de paso desempeñan el sucio papel de agentes de intereses ajenos.
Nada de lo que divulgan en sus páginas les pertenece, lo ha
copiado y pegado donde eligen que se destaque. Eso caracteriza sin más
razonamientos el triste papel de los EUNUCOS en las redes y su participación en
el debate político.