Arq. Vicente Vargas Ludeña
ANTECEDENTES
El relato mediático
acosador y acusador de los activistas políticos y otros poderes fácticos ha
sido el leimotiv para enfrentar al Gobierno de Rafael Correa estos últimos diez
años: la polarización, la división de la
sociedad, la lucha de clases, el enfrentamiento y otras fragmentaciones
inventadas. Pero, la pregunta cabe ¿Acaso el Ecuador es, -como todo País de
América Latina- usando la geometría: una sólida esfera donde todos ocupan el mismo
lugar en la escala social; y no, la clásica pirámide que se grafica para
diferenciar los estratos de que está constituida la Nación? En el vértice
superior –la cima- se ubican las elites, y en la base las masas, el
proletariado ascendiendo a estratos medios y altos. ¿No es esto polarización,
fragmentación; o cualquier nombre? Son las leyes de la dialéctica que explican
este fenómeno, independiente de la voluntad y conciencia de los sujetos.
Que la polarización,
ha sido el efecto de un gobierno socialista, comunista que busca dividirnos; es
el prefacio para sus embestidas golpistas. Nada más falso. El Gobierno del
Presidente Rafael Correa, no ha hecho más que trazar líneas en la geografía
humana que constituye la Nación. Reconocer que el injusto peso de una
plutocracia y burguesía patrimonialista y rentista la cargan los de “abajo”; subyugando
a la mayoría. En consecuencia ha desarrollado acciones para devolverles la
palabra y su voz. Las dinámicas del capitalismo cataclísmico, encarnado en el
neoliberalismo –la negación del Estado- apunta al peligroso proyecto de fundir
a la sociedad en una masa informe de sangre y muerte. No se puede condenar a
sucesivas generaciones permanecer ocultas, invisibilizadas y sumergidas en el submundo
de la cultura de la pobreza –según Oscar Lewis-. Algún día, alguien tomará la
palabra, una pluma y un fusil y hará retumbar por el infinito la injusticia y
la desigualdad, haciéndolas pedazos.
La visión y la misión
del Gobierno ha sido esa: una clarinada por la abyección de los modos de vida
de las masas, y las urgencias por cambiar aquello. Para la derecha cavernaria y
agentes del imperio, el proceso descrito es el ingreso al mundo de lo
desconocido, incierto y atentatorio a los principios de las castas predestinadas
por voluntades divinas.
Las elecciones
Presidenciales recientes, evidenciaron lo que los inmovilistas maldicen y
perjuran: el apocalipsis para el Ecuador. El odio, como emoción dominante es la
materia prima y el arma de lucha que han venido ejerciendo hasta que las
condiciones objetivas desemboquen en un golpe de Estado. Para estas batallas se
han creado manuales por mentes lúcidas en lo que el imperio desea. En Venezuela
se aplican desde hace diez y seis años; no han tenido éxito pleno todavía. No así
en Brasil, Paraguay, Honduras. Los pugilatos electorales deciden el triunfo del
contrincante por décimas porcentuales. Sucedió en Argentina y ahora en Ecuador.
Síntoma que la derecha no está dispuesta al juego “democrático electorero”. Si
no gano, “yo”, no te reconozco como mi Presidente.
Esta es la herencia que
recibe el Presidente electo Lenin Moreno ¿Cómo administrar este patrimonio con
luces y sombras? Me atrevo señalar las batallas y los ejércitos que combatirán.
ORGANIZACIÓN POLÍTICA
E IDEOLOGÍA
El triunfo del Presidente electo, Lenin
Moreno, es inobjetable. Pero, tampoco abrumador, como se deseaba y esperaba.
Eso dio pábulo a los aventureros, a los medios; y a los que deseaban el retorno
al oprobio y la degradación canallesca de la política. No se debe continuar con
el juego de las emociones: los que odian y los que aman. Rafael Correa es el
sujeto de esas pasiones. Expresiones sensibles de animales puros. La tarea del
nuevo régimen es construir una organización política partidista, sustentable y
sustentada en una base doctrinaria e ideológica; con sólidos principios, una extensa y profusa educación y formación
política de las bases. No más Movimientos políticos etéreos: Revolución
Ciudadana Alianza País. Caso contrario el retorno del fascismo por cualquier
vía está en sus agendas. Si Venezuela es un estigma para los fachos; para los
que piensan diferente, es un referente de lucha. Diariamente grupos
reaccionarios desde el exterior y los protagonistas opositores planean e
intentan el Golpe; pero se enfrentan a una compacta organización política de
todas las fuerzas patriotas civiles y militares.
CORRUPCIÓN
La ética es la humana
búsqueda del bien; y la moral el cúmulo de valores indispensables para vivir en
comunidad. Solo los cadáveres carecen de valores. El Estado y el poder deben
protagonizar el ejercicio y la práctica de la moral pública. Por todo aquello,
la corrupción es despreciable, porque enferma al cuerpo social, corrompe al
individuo, y desalienta las esperanzas oscureciendo el horizonte. Es inimaginable
la imagen de un alba doncella vestida, de pie, en el centro de un pantanal y no
ser salpicada por el fango. Nadie se resiste a un cañonazo de un millón de
dólares –dijo Don Pancho Villa-. No es fácil resistirse pulcramente al acecho permanente de los corruptos que rodean
al funcionario. Odebrecht ha sido el constructor global de los más profundos
círculos magmáticos del infierno de Dante. La corrupción es parte de esas
sombras que hereda el Presidente electo. La batalla que emprenda contra esa
vergüenza nacional se convertirá en luces de nuevos amaneceres. El día que el
Sr. Presidente señale con su dedo, y públicamente denuncie al funcionario
corrupto y lo someta a la vindicta pública y a los tribunales de justicia.
Aquel día, el Mandatario se agigantará hasta la leyenda. Mientras la
congregación de inmorales pensará mucho para sus trapacerías.
LIDERAZGO
La mano tendida que
ofrece el Presidente Lenin Moreno, y los puentes a construir se podrán hacer
solo con los que verdaderamente renieguen del pasado de la partidocracia; y los
poderes fácticos renuncien a sus hegemonías que nadie les otorgó. Las críticas,
odios y condenas a Rafael Correa, provenían de su radical postura de grupos que
en el pasado chantajeaban; hasta diseñaban el programa y la agenda económica
del Gobierno. Esa posición del
Presidente siempre fue valiente: hasta “las gloriosas fuerzas armadas” debieron
ocupar sus “específicas funciones” y reconocer que es el poder civil y el
Estado de Derecho al que todos debíamos someternos. La misma bitácora deberá
ser con los grupos y movimientos sociales: dialogante y mancomunada en la forja
de objetivos para el bienestar colectivo. Un fenómeno que está desvirtuando y
corrompiendo el espíritu Laico del Estado, es la proliferación de sectas
religiosas portadoras de un mortal veneno social y mental. Brasil con el
affaire del impeachment contra Dilma Rousseff, evidenció lo que el escritor
colombiano Fernando Vallejo condena en su obra “La puta de Babilonia” a la
religión católica; el 60% de los legisladores parlamentarios pertenecen a
alguna secta. El maridaje: poder político y poder religioso, es mortal para la
salud ciudadana. El cumplimiento del deber ciudadano y la construcción de
valores debe venir de la convicción y la conciencia; no del miedo y el temor.
El que cree en alguna divinidad, que lo haga, si asiste algún ritual que lo
haga, pero no lleve cámaras de televisión para exhibir su compungido espíritu piadoso.