22 julio 2019

BREVIARIO DEL CANALLA ECUATORIANO V


Arq. Vicente Vargas Ludeña.
Para empezar recordemos la frase que lapida a los CANALLAS: “En tiempo de bárbaras naciones, colgaban de una cruz a los ladrones. Hoy, siglo del progreso y de las luces, del pecho del ladrón cuelgan las cruces”.         
Al CANALLA que gobierna esta comarca, nada le es ajeno, pisa con seguridad en su triunfo, se fija y copia el precavido camino de los felinos, que no acostumbran al dar pisadas en falso; sin perjuicio de saltar como ellos, lanzándose sobre su codiciada presa cuando están seguros del éxito. Nadie, creo pone en duda, la mortandad de camaradas que ha dejado en el camino, heridos y sangrando. Fijaos, desde una silla móvil.
El CANALLA posee gran capacidad para disimular el conocimiento previo de los grandes dolores morales de la Patria. Organiza Comisiones Internacionales contra la Corrupción, por ejemplo; porque ello hará aparecer más real la rabia e impotencia de nuestras condolencias, que parecerán brotar de improviso de nuestras almas, quitándole toda apariencia de estudio y premeditación.
Resulta esperpéntica, grosera y mojigata a la vez, la presencia del CANALLA en la pantalla de televisión, cuánto debe mostrarse ofendido en la majestad que representa con cualquier acto inmoral que sus corifeos, mangantes, pequeños canallas, y que la propia realidad resulta inocultable, siendo ante él, que se relate. Siempre alardea en las pantallas, de su extrañeza de que existan seres de ruindad moral capaz de cometer hechos indignos. LOS INA PAPERS, hijos de su paternidad, no son, sino, inventos de un pandillero.
La humildad, la bondad que muestra ante los demás, es conveniente al  CANALLA, porque no es, a menudo, más que una fingida sumisión de la que se habrá de servir para someter a otros. Es un artificio del orgullo, que se baja para elevarse, y aunque la vanidad se disfrace de mil maneras, ninguna más capaz de engañar que la que se oculta bajo la figura de humildad. La felonía, la traición, la falsedad, la miseria que anida: vender la Patria por treinta denarios es un acto de los que, solo los CANALLAS  lo realizan sin erizarse la piel.
Como la humanidad no juzga a los hombres nada más que por sus éxitos y su fortuna, el CANALLA de nuestro breviario, cada día hallará mayor confianza y fe en él, por parte de las personas con quien trate. La CIA, Pompeo, lazos de banqueros, las plutocracias que antes jamás departió. Nadie de esas estirpes se queda fuera del banquete. El CANALLA cada día se acerca a sus cotos, palacetes y boatos. En la canallería, quien a ella pertenece, aunque sea de un modo inconsciente y hasta contra su voluntad, una vez dentro de la corporación subirá como la espuma. No hay que confundir al CANALLA con otras especies de la fauna social.
Muchos de  los que letrean estas líneas recordarán aquellos episodios de los MEGA-ATRACOS de los Empresarios y Banqueros en las últimas décadas del siglo pasado causando tragedias y diásporas por el mundo ¡Menudos negocios se hicieron por entonces a la sombra del desastre nacional! ¿Qué caso tiene con el CANALLA contemporáneo? Si, ese pasado estuvo lleno de canallas y hampones, hoy con el liderazgo del PERFECTO CANALLA, allá se irán a depositar nuestras esperanzas.
Obsérvese cómo el académico de la canallada, convertido en un PERFECTO CANALLA, siempre que va a ejecutar un acto indigno, evoca su honradez. A nosotros nos da pavor el oír a alguien blasonar de hombre honrado, y sin darnos cuenta nos arreglamos el cuello de la camisa.