Arq. Vicente Vargas
Ludeña
Como sombra maldita,
las tragedias, vienen cubriendo desde Centro América hasta la Patagonia de nuestro
continente. Esa sombra oscura, la esparce el imperio en alianza con las
oligarquías locales, provocando desvanecimiento de las utopías, las esperanzas y
los sueños de los pueblos que habitan más de la mitad de este occidente
terráqueo. Ninguno de ellos pretende parecerse a Venezuela, estigmatizan a ese País,
y más bien marcan distancia retórica, sin embargo superan la tragedia, sin
estar ellos enfrentando al Imperio.
Mauricio Macri llega al
poder, y diagnóstica un País moribundo: Los Kirchner habían envenenado esa Nación
con su carga peronista. Gobierna cuatro años. En su huida del poder, maldice
que el enfermo, ahora en sus manos, lo agravó y sigue agonizando. En comandita
con el imperio –llámese FMI- y las grandes burguesías, lo terminaron liquidando:
millones de seres en la pobreza y la miseria. Existe una poderosa razón: el
kirchnerismo nuevamente, se acerca peligrosamente al poder. Matar un enfermo y
mangarse una fortuna en gallada, vale la pena ¡Qué carajo!
Lenin Moreno, igual que
su coideario M. Macri, encabeza una panda de traidores y felones con un macabro
Plan: empobrecer al pueblo, para conseguir la muerte del País, y con él,
enterrar para siempre a Rafael Correa. En la mitad de la jornada –periodo de
gobierno- que hoy se encuentra, han conseguido lo uno: pobreza, desocupación,
inseguridad y otras maldiciones. Pero no, la muerte de Correa. Lo tienen más
vivo que nunca. Todos los atajos que eligieron para borrar del imaginario
colectivo la década pasada están rebotando en sus miserias. Ya, la vindicta
pública los sentará ante un tribunal para ser juzgados por CANALLAS Y LADRONES.
Jair Bolsonaro paladín
de la estupidez, guarda completa armonía cerebral con su mentor e ídolo: Donald
Trump. Sus sintaxis y gramática parecen salidas del mismo molde neuronal:
torpes, elementales, laberínticas; comparten la materia infinitesimal cuántica
con el inválido de la Línea Ecuatorial; sin ser inválidos físicos, igualmente lo
son intelectual y moralmente invertebrados. Trump se permite esos abalorios
cerebrales -al fin, su hegemonía trasciende la geografía global- porque ansía
apoderarse del karma de Calígula, Nerón y el más contemporáneo, el de Hitler.
Bolsonaro existe en el lugar y momento equivocados. Podría ser su
circunstancia, como dice Ortega y Gasset, el lugar de un Cartero, no por el
oficio digno, si, por el uniforme; hasta ahí, está bien. Lo demás es realidad
intemporal. Ni las llamas de la Amazonia que calcinan todo lo que encuentran,
son realidades para esa inteligencia. Las poblaciones indígenas son obstáculos
para crear riqueza en esa inmensa Nación, dice este Capitán.
Iván Duque heredero
político de Álvaro Uribe, a su vez descendiente de prosapias narco en los
fundos de sus dominios; el País que administra dejó de ser Estado-nación para
convertirse en Estado Fallido, también le calza: Estado Canalla, Estado Narco;
todos son de la misma familia: depredadores. Históricamente las oligarquías
conservadoras prefirieron las armas para diseñar políticamente la sociedad que
soñaban. Los marginados aceptaron el reto, y también las empuñaron. Sesenta
años de enfrentamientos. La excusa: tiros a los rebeldes armados, hasta
extinguirlos. Nunca lo consiguieron. En ese juego se multiplicaron las armas y
los que, con derecho, creen que también
les pertenece un pedazo de la tierra y de tarta: narcotraficantes, bandidos,
cuatreros, presidentes, legisladores, dirigentes de toda laya; hasta el imperio
se asienta con sus reales poderes militares y toma posesión. Esta caricatura de
mandatario, Duque, no culpa al pasado la tragedia de esa Nación. Culpa al
presente: Venezuela, es la maldición del desastre actual de su País.
Los mandatarios del
Perú han tenido el pudor de inmolarse, real y alegóricamente, creando igualmente
fantasmas: la corrupción, los movimientos sociales y un largo etc., impiden
crear riqueza y bienestar para todos, porque hoy, solo existe para pocos.
Centro América es el
infierno sin candela; esos Estados se cocinan al vapor de las aguas del Caribe.
Los Presidentes que eligen los pueblos, son salidos de prontuarios policiales:
incapaces, ladrones, lacayos, corruptos genéticos… Los sátrapas esperpénticos salidos
de las plumas de los talentos literarios latinoamericanos, casi todos son caribeños.
En esta semblanza del
paisaje latinoamericano priman justificaciones y alegorías para entretener,
entregar sus soberanías, depredar y postergar las verdaderas reivindicaciones
de las sociedades marginadas. Otorgar razones al imperio para su sometimiento
hegemónico. Pero, naciones como las descritas no son funcionales a la Metrópoli
Imperial. Alberto Fernández advierte, que posesionado en la Presidencia de
Argentina viajará a China…
NOTA.- Este texto es la
conclusión al anterior: “TRIANGULO GEOGRAFICO Y POLITICO”.