Arq. Vicente Vargas Ludeña
El enunciado geométrico, per se, nada revela. El delirio está
en las entrañas de cada nación que se ubican en los vértices imaginarios de la
geografía Sudamericana, y que les ha tocado vivir políticamente. Las contradicciones
de todo orden, se cumplen en todos los niveles a pesar de sus distancias y
diferencias particulares.
Argentina, Brasil y Ecuador independiente de sus extensiones
territoriales, y poblacionales adquirieron a partir de este siglo, denominadores
comunes. Vienen políticamente, de gobiernos: “populistas”, “progresistas”,
“soberanos”, “independientes”, con un santo y seña “socialistas del Siglo XXI”;
y otras denominaciones, según el laboratorio analítico que los caracterizaron.
Sin ambages, debe reconocerse que cada líder de aquellas
naciones en la década pasada, rotulaba las primeras páginas en los medios
globales. Destacaban las iniciativas renovadoras en cada lugar. Lula era un ícono
en el Continente, respetos acumulaba para su País. Néstor y Cristina Kirchner dejaban
huellas de visiones integradoras para la región, y luchaban hasta la agonía.
Ecuador en ese entonces, no dejaba de ser un referente, no solo de Línea
Ecuatorial, se erguía como Nación salida de las sombras. Rafael Correa prohijado
en la academia, conjugó la teoría y la praxis del poder, y la clara perspectiva
de Nación moderna, en el seno de un País fallido.
En el devenir del juego “democrático”, estos pueblos
decidieron cambiar el rumbo de su destinos –Ecuador no optó por esa condición
actual, lo hizo por una continuada política de cambio y radicalización de lo
procesos iniciados por el predecesor Correa; una compleja conspiración y una
magna traición, liderada por un CANALLA, desviaron los horizontes-. El manido concepto
de “alternabilidad”, pone a prueba las contradicciones internas de cada sociedad.
En los Países desarrollados los mandatarios se alternan, pero el sistema
permanece intacto; se cree que funciona, en consecuencia: las mejoras, son los
objetivos.
Con estos antecedentes, la dominación del hegemón le es más
fácil. El imperio desbarata con facilidad los proyectos soberanos con rostro
social; el rostro del mercado y del dinero aparece con toda su fiereza,
despertando ambiciones ilimitadas. Hoy,
con especial empeño Latinoamérica está siendo dinamitada: Los Países
protagonistas de nuestra preocupación tienen en el poder, precisamente
demoledores, no constructores; apoyados por expertos en dividir a las
sociedades. Luego le ponen nombres: LA GRIETA, POLARIZACIÓN, DIVISIONES
INÚTILES, ODIOS IRRECONCILIABLES ETC…Las clases medias y bajas que viven al
margen de la realidad política que los rodea, son la masa informe
ideológicamente que el establishment moldea a su buen saber. La gran burguesía
que tiene y administra el destino manifiesto de la cristiandad: EL PODER, SI SE
LES VA… VUELVE.
Todos estos avatares en la construcción de una sociedad más
equitativa, no cristalizan en el devenir. Son esquivos, fugaces. La
contradicción más relevante, es el neoliberalismo en el seno de la
globalización, que luego tiene su par en cada País; la cantidad de pobres crece
geométricamente; achicándose el espacio público y privado, escasean los
alimentos, los servicios sociales son minúsculos y de mala calidad, la
violencia se refleja en el afán individual de sobrevivir. A los ricos que no
transigen, también algo les llega: se les reduce el tamaño de los placeres.
Argentina, según sus panegiristas, fue el primer País en
liberarse del “populismo” kirchnerista. Reputados empresarios regionales y
mandatarios extranjeros peregrinaron a la nueva Meca de la riqueza: Argentina.
Macri prestó la CASA para realizar Cónclaves
mundiales donde se aprende y enseña a ser “rico”. Los Organismos Multilaterales
de Desarrollo y Crédito, tenían en Buenos Aires cuarteles y batallones de
especialistas en finanzas y economía, prestos para armar sus trincheras de
dólares que fluirían cual arroyos por la pendiente. Y así fue, endeudaron al
País como ninguno en el planeta, salvo los EE. UU. Los emperadores –Obama y
Trump- fueron comensales en la Casa Rosada, alimentándose todos, que había un
nuevo continente. La congregación de potentados convirtió a Macri en el
Gobernador de la nueva tierra prometida. También, el mesías, le daba otra
sintaxis: será el legendario País de Jauja. Hambre cero, Inflación cero, viejos
felices y sanos; más un largo etc… de bienestares y felicidades. La realidad
sería otra. Totalmente opuesta, jamás asomó un atisbo de sociedad en desarrollo.
Eso revierte el cauce de la farsa en propósitos y esperanzas por el mismo
pueblo. Y el domingo 11 de Agosto 2019 la sociedad LACRA SU VOTO EN LAS URNAS,
POR UN NUEVO AMANECER.
Ecuador fue titular de medios, por algunas razones
trascendentales que le imprimió el Gobierno de Rafael Correa. Hoy también lo
es: elegir un inválido físico, como mandatario no es común en el sistema mundo.
Su invalidez es lo primero que se conocía, su figura esperpéntica lo demuestra.
Luego aparece el verdadero retrato del ser: moral e intelectual. El voto que lo
consagró como Presidente lo burló, engañó, en una truculenta, grotesca e infame
traición echa una miserable risotada al pueblo y sus aspiraciones; el Proyecto Político
electoral, sus adláteres lo usaron en el Baño, a él lo manguarean en la ducha;
luego se convierte en marioneta de la oligarquía, lacayo del Departamento de
Estado de los Estados Unidos. Persecutor
y renegado de su pasado como Co-mandatario de la República. Para consagrarse
como pequeño Nerón, utiliza el odio y encono de sus aliados y oligarquías para
perseguir a sus camaradas hasta el fin de los tiempos. Describir o narrar, las
características de este personaje salido del inframundo, creo que solo Gabriel
García Márquez podría haberlo hecho con la lucidez que lo caracterizaba. Es el
realismo mágico, en su máxima realidad y ficción a la vez. Seguro que el País
mañana será distinto cuando la realidad material y vivencial de las cosas nos
devuelva al mundo sensorial.
Brasil se vuelve paradigmático en el recorrido que hemos
realizado en el triángulo con las otras Naciones al borde de los abismos:
Argentina y Ecuador. Definitivamente, el abandono imperial de sus extensiones
territoriales al Sur del Rio Bravo, ahora retomados, envía un inequívoco mensaje:
el cuidado de intrusos en su continente, argumentando el principio de
seguridad, que lo esgrime cuando lo cree pertinente. Mesoamérica, la larga
Codillera de los Andes y la inmensa Amazonía son una “amenaza inusual y
extraordinaria” para la supervivencia del Imperio del Norte. He ahí, la esencia
y urgencia por la alternabilidad democrática. Debe haber alternancia, pero no
cambio del sistema. Alterar el sistema es un peligro inusual. Pero algún día
sucederá. Ahora no. La desviación del modelo implica una intervención rápida,
con cualquier opción que se elija de la mesa. Los golpes de estado infligidos
en esa Nación –Brasil- fueron la aplicación de los manuales que se aplican en
condiciones ulteriores, cuando las masas se revelan y peligra el encuentro con el
líder. El Golpe a Dilma, la cárcel a Lula. Y finalmente, la elección de un
militar es la culminación de un largo y retorcido trajinar. Jair Bolsonaro,
nació, creció y aspiró ser militar; es decir, tener una conciencia estrecha,
una inteligencia limitada, tener una idea del mundo semejante a los creyentes
fanáticos y fascistas, era condición básica en la Operación Cóndor. El militar
de nuestras pesadillas, son de los mismos gorilas que fueron formados en la
Escuela de las Américas en el Canal de Panamá. Bolsonaro como nadie representa
esa figura descrita en las novelas del Boom Literario de los años 60 y 70. El
futuro de Brasil, está escrito en la selva amazónica, árbol tras árbol; en las
favelas, cuesta tras cuesta; y en los rostros de las multitudes, de los
fracasados y engañados. Cuando se aproxime su retirada, si las condiciones le
son propicias, Brasil habrá quedado desbastado; precisamente lo que hoy, él
advierte, sobre la diáspora argentina en sus fronteras. El puñal de la salud
que le atravesó las tripas, no fue suficiente. Habrá otros puñales, posiblemente
más saludables.
SÍNTESIS.
Tres Países, tres Mandatarios que renegaron de algunas
conquistas de sus predecesores; son causa para sembrar terror. Argentina y sus
actuales experimentos, ya fracasados en el pasado neoliberal, Macri los
reeditó. Las consecuencias son inocultables: deja un País destrozado, sin
moneda nacional, cuatro millones de pobres, deudas impagables, inflación que
carcome el hambre del pueblo, rotas sus Instituciones, sometido a los afanes
del imperio en todos los órdenes… Las patologías del Ecuador son
inclasificables en el tamaño de putrefacción del Estado. La tarea demoledora no
está concluida faltan dos años, si la naturaleza anatómica del sujeto de la
silla no se compadece de este pueblo. Hasta la vergüenza se adueñará de las
conciencias y la moral ciudadana, el chiste, el meme, la caricatura, la
estupidez, aceleran y agudizan la rabia ¿Cómo pudimos llegar a este pantanal?
Bolsonaro hace lo suyo en ese territorio casi continental. LA ESTUPIDEZ ELEVADA
A CATEGORÍA FILOSÓFICA, POLÍTICA E IDEOLÓGICA. Su profesión de Gorila, advierte
lo que vendrá a ese pueblo: será sangre. Las armas cualquiera las posee y serán
la respuesta para dominar el hambre y la pobreza, también para defender la
riqueza. Lo que se considera casi un continente, quedará reducido a un yermo
territorio, lo habrán depredado sin piedad.
Pero existe una nueva contradicción: los pueblos que se
flagelan, luego se curan, con otras esperanzas. Argentina dio la clarinada.
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