21 abril 2021

EXITOSA DESCORREIZACIÓN Y DESTRUCCIÓN DEL PAIS

 

Arq. Vicente Vargas Ludeña

Cuatro años le tomó al CANALLA, LA DESCORREIZACIÓN del País. Claro, su papel de PEÓN Y CANALLA eran suficientes; los creadores y autores de las estrategias y tácticas para llevar a cabo semejante operativo, fueron otros. El puñal de la salud que intentaban asestar a la política nacional: con la muerte POLÍTICA O FISICA de Correa, venía de pensadores tanque de la oligarquía y de la Embajada.

Pero, para aquello se requiere lucidez e inteligencia. Su rol destructivo era en presencia o ausencia, sin escrúpulos. Tenía un ejército de mercenarios y sicarios. El caso más elocuente: su Contralor, siempre dispuesto al sacrificio, no de él, sino de los que esquilmaba. Sin equivocación, este sujeto y la Fiscal General, son los monstruos más siniestros que el CANALLA utilizaba, para satisfacer sus apetencias, los de la plutocracia y la Embajada.

Al fin, se marcha con las manos sucias y ensangrentadas, por su gran papel de demoledor de los caminos y las obras; rumbo a las cumbres excelsas de la gloria; como los hacen los PERFECTOS CANALLAS.

El nuevo huésped de Carondelet, no es muy diferente del anterior: Mediocre, zafio, ambicioso por el dinero; vive un falso mundo de espiritualidad y de la podredumbre por el dinero. El CANALLA Y EL BANQUERO, físicamente son medio PROTO-HUMANOS: exhibidores de sus invalideces, morales, intelectuales y físicas, buscan ser ejemplo de superación.

Estamos viviendo políticamente, socialmente y moralmente las décadas del ochenta y noventa, del siglo pasado. Dos periodos de gobiernos escombrados  ética y físicamente, que nos toca  vivir. “Es el castigo que merecemos”.

14 abril 2021

“PEQUEÑA” Y SUCIA HISTORIA

Arq. Vicente Vargas Ludeña

Un parte aguas nos divide la historia del País; desde la mitad del siglo pasado: El gorilismo consagrado por el imperio en nuestro Continente, hasta la década de los setenta. Y la vuelta al eufemismo de democracia, que se inaugura con el luto nacional. La muerte de su primer Presidente. Hoy, sin saber de dónde sacar alguna célebre página que merezca el eximio mandatario.

El inicio del relato, empieza con la presencia de una cuadricula de sujetos que veían desde su juventud ese aposento llamado Carondelet, como suyo, aunque sea temporalmente. La clasificación de estos, que fungieron de Presidentes podrían ser personajes secundarios en cualquier película de mal gusto de Hollywood: mediocres, lujuriosos por el dinero y siempre con sueños patrioteros. Ninguno dejó huellas, que no sean: vergüenza, miseria e indignidad para los ciudadanos, la sociedad y la Patria.

Febres Cordero, Hurtado, Borja, Noboa… presumían de herederos del coloniaje –colonizadores-. Los otros que se ceñían la banda Presidencial, se subsumían en legítimos burgueses: Palacios, Duran Ballén, Mahuad. No podía faltar el lumpen: Bucaram, Gutiérrez, Alarcón; y los que soñando,  entre sus harapos mentales nunca llegaron a coronar sus ambiciones.

Año tras año se repetía la procesión de personajes que dejaban huellas de dolor y tristeza, construidas con pobreza y miseria. Pero la historia de venalidades se detiene, y surge una primavera de pensamiento, de contradicciones en una sociedad cebada al albur de su destino maldito. El Ecuador había elegido a un nonato en política, con el conocido cari ramplón de sus antecesores: Rafael Correa. Pero con talento y seria formación académica; haría la diferencia. ¡Oh, sorpresa! Terminamos creyendo, que aquello, era lo que merecíamos. No estábamos equivocados. La frescura intelectual en las grandes mayorías, prometía, y a la vez demostraba que el conocimiento no es patrimonio de ajenos, solamente. La visión regional de Correa, desde la orilla progresista, configuraba un País con pasaporte internacional: EL ALBA, UNASUR y demás organismos que reconocían al Ecuador merecedor de integración en todas las áreas multilaterales. Las acusaciones de un pequeño Robespierre, por su rigidez en el poder; se equilibraban con el talento Volteriano en las metodologías para llevar a cabo los Proyectos que el País soñaba décadas atrás. Todo quedó inconcluso y demolido a merced del encono del CANALLA; que destruyó hasta los íconos y las esperanzas.

Todas las tragedias de la Grecia Clásica, se pueden condensar en el papel del personaje siniestro, que durante diez años estuvo junto a líder, guerrero de las mil batallas. Lenin Moreno Garcés, es la escoria y la trampa de la tragedia, donde un pueblo, una Nación claudicó. Todo lo demolió, apuñaló a sus aliados. Configuró una colonia de ratas que infectaron todo lo que tocaban. Como la conciencia del Canalla, carece de escrúpulos; se asemeja al nacimiento hace doscientos años, a orillas del Lago de Ginebra que surge de los escombros morales: el Frankenstein moderno: Lenin Moreno.

Si organizamos un acto deportivo de niños, entre el equipo A contra el equipo B, descubriremos que hay un niño diferente, esquivo, y hasta sombrío. Pero resulta que, era el más audaz, el más listo, y hasta el más tramposo. Alguno de esos niños perceptivos, descubrió esa capacidad delirante de aquel infante, hábil para la trampa y el engaño. No usual en los demás.

¿En diez años, un gobierno compuesto por gente lúcida, desde el líder, hasta el servicio; no hayan descubierto la estatura amoral del CANALLA que los rodeaba? Nadie lo cree. Rafael Correa, debes confesar el tamaño del conjuro que los ataba: a Ti, y al CANALLA. El Ecuador merece la verdad y otro amanecer.

 

NOTA: No eximo por ningún motivo a la congregación de sátrapas, corruptos, lumpescos y traidores que poblaron el  Gobierno de  Correa. A esos, que los infiernos los maldiga.