Arq. Vicente Vargas
Ludeña
Cuatro años le tomó al
CANALLA, LA DESCORREIZACIÓN del País. Claro, su papel de PEÓN Y CANALLA eran
suficientes; los creadores y autores de las estrategias y tácticas para llevar
a cabo semejante operativo, fueron otros. El puñal de la salud que intentaban
asestar a la política nacional: con la muerte POLÍTICA O FISICA de Correa, venía
de pensadores tanque de la oligarquía y de la Embajada.
Pero, para aquello se requiere
lucidez e inteligencia. Su rol destructivo era en presencia o ausencia, sin escrúpulos.
Tenía un ejército de mercenarios y sicarios. El caso más elocuente: su Contralor,
siempre dispuesto al sacrificio, no de él, sino de los que esquilmaba. Sin equivocación,
este sujeto y la Fiscal General, son los monstruos más siniestros que el CANALLA
utilizaba, para satisfacer sus apetencias, los de la plutocracia y la Embajada.
Al fin, se marcha con las
manos sucias y ensangrentadas, por su gran papel de demoledor de los caminos y
las obras; rumbo a las cumbres excelsas de la gloria; como los hacen los PERFECTOS
CANALLAS.
El nuevo huésped de
Carondelet, no es muy diferente del anterior: Mediocre, zafio, ambicioso por el
dinero; vive un falso mundo de espiritualidad y de la podredumbre por el dinero.
El CANALLA Y EL BANQUERO, físicamente son medio PROTO-HUMANOS: exhibidores de
sus invalideces, morales, intelectuales y físicas, buscan ser ejemplo de superación.
Estamos viviendo políticamente,
socialmente y moralmente las décadas del ochenta y noventa, del siglo pasado.
Dos periodos de gobiernos escombrados ética
y físicamente, que nos toca vivir. “Es
el castigo que merecemos”.
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