19 septiembre 2021

EL UTIMO MOHICANO

 

Afectuosa respuesta a un gran amigo: Julio Cesar Ubilla Abad. Por cortesía, me di tiempo para escuchar con atención crítica, una larga intervención política del Sr. Jaime Nebot Saadi. Ahí, les va.

Arq. Vicente Vargas Ludeña

Amigo mío: escuché con atención el incendio verbal de la pradera política que Jaime Nebot, patriarca de tu Nuevo Testamento; quemaba sus últimas cavernas. Cual dinosaurio recorrió el espacio-tiempo, desde el Big Ban de sus antepasados velasquistas –tribus blancas y ricas-, hasta las millón veces, que mencionó a los pobres, de ahora. Es el último parto rezagado de los politicastros antediluvianos. Se quedó sin barca, navega en una balsa. Cualquier cuadratura del círculo, él construye su propia geometría, le va bien. Nadie se atrevió un desliz de imputarle una delicada ratería. Como han aparecido, en estos tiempos: multitudes. Su retórica fue, la anunciación del arcángel, que vendrá un parto…! De aquellos que su mentor: León Febres Cordero, era el cachiporrero.

Reconozco que estamos descendiendo la montaña. Muchos años nos ha tomado subir, y culminar la cresta. Para hoy, descender por el barranco hasta la cuenca del Aqueronte navegando al inframundo. Tal como los griegos, imaginaron la nada. Es decir, la muerte. Pero, todo aquello, más bien, hoy, nos otorga madura racionalidad.

Fíjate, un razonamiento muy simple. Este ser –tu Lider- brisa los setenta y pico de años. Desde la cuna –y era de buena cuna, según un pregonero de los medios-, sus pulsiones primarias empapaban pañales blasonados de iconos que la historia estaba escribiendo: José María Velasco Ibarra, era el filósofo, patriarca, guía… Era el redentor. También, sus llantos eran apagados por el verbo incendiario de Pepe María, que las radios, con sus ondas, plagaban los recintos de la pequeña-gran mansión de su progenitor: Jaime Nebot Velasco. Conspicuo brigadier del ejército de mineros que buscaban el tesoro –Según el académico estadounidense: Robert Norris, escritor de la Biografía del Dr. José María Velasco Ibarra.

Como su padre: la academia fue su debilidad. Su fortaleza fueron los negocios: Desde los cubículos del Poder: la política y el dinero;  consagraban sus placeres y devenires. Delfín de aguas marinas, lo llamaron. Heredero único del imperio regional, con permanentes intentos frustrados del poder total.

 Aritméticamente toda su edad 76 años, fue hijo, no de la historia, si de los azares y del hilo conductor de los síndromes de descomposición en toda la América Latina.

La mitad de su vida madura, 37 años fue una ameba en los intestinos de la política. Se volvió organismo protozoario. La Ciudad de Guayaquil, escenario de su multiplicación amebiana, la corrompió con mucho ingenio. En los anales de la soledad, no se conoce un gobierno tan prolongado y tan artificioso -por no decir mañoso- en la Perla del Pacifico.

Algún despistado politiquero e intelectual-comerciante; planteó que el modelo administrativo de la Ciudad de Guayaquil, sea propuesto a organismos internacionales. En los cuadros estadísticos mundiales; son, más o menos siete los indicadores de una Ciudad Plena; ésta no se aproxima a ninguno. Algo más.

 No acuso la temporalidad de tu protagonista político, en el poder local. Son los resultados mezquinos y tramposos, los que urgen una lógica deductiva. Tú, amigo mío; ferviente creyente en la religión y sus espíritus; animosamente anticomunista; te expongo  un cuadro para la lógica deductiva. La República Popular de China, fue fundada en el año de 1949. Han transcurrido 72 años, omito otros datos, población… etc. En este instante, es la Nación del Sistema Mundo, que ha desterrado la pobreza extrema; construyó una Estación Satelital para sus propios fines; es una potencia mundial... etc. etc…Vietnam¸ País destruido, piedra a piedra, por el imperio, hoy, compite con las históricas colonias hispanoamericanas; cuyos Estados han sido agredidos –no destruidos- por su vecino del Norte, y depredados por rufianes, como el que admiras, motivas y propalas sus cualidades.

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