Arq. Vicente Vargas Ludeña 24/01/2016
Los Países de Latino América están en construcción hace 200
años. No terminan de fundar sus cimientos, porque el próximo régimen que
reemplaza al anterior, demuele la estructura. Y a comenzar de nuevo la tarea.
Sus fronteras se han movido de acuerdo a determinados intereses, principalmente
externos. Las burguesías locales algún papel han jugado en ese teje y maneje.
Ecuador no puede ser ninguna estrella ajena.
Después del último
ciclón que demolió las débiles Instituciones que patulecamente funcionaban; León
Febres Cordero Ribadeneira fue su dinamitero. Los escombros que quedaron,
hoy, son túmulos en su tumba. A veces,
pocas muertes son tan bien venidas. Como dijo Mario Benedetti en un poema a la
muerte de Pinochet. “Los canallas viven
mucho pero algún día se mueren”.
La presencia de Rafael Correa Delgado en la Presidencia de la
República boceteó un Estado-nación con rasgos de modernidad y recuperó
lentamente la institucionalidad. La tarea es inmensa, ingrata y de largo plazo.
Exige la concurrencia de todas las fuerzas: políticas, económicas y sociales.
Más, cuando Rafael
Correa, de líder se había convertido en conductor, patea el tablero y abandona
la empresa de construir, por fin, un País; y anuncia retirarse a sus cuarteles
de invierno en Europa, con un deleznable rosario de cuentas domesticas. Cuando
estaba en la cúspide de su popularidad y aceptación se pensó en el conductor de
la multitud, que eligió liderar para
siempre. Para esa tarea no hay plazos, treguas, descanso, rutina familiar. El
reposo del guerrero es solo para rearmar sus baterías de combate. Han existido
y existirán siempre líderes y conductores
de los pueblos. Para los que admiran a los Estados Unidos; Franklin Delano
Roosevelt debió enfrentar La Gran Depresión, fraguada por lobos de Wall Street; y conducir el fragor de
las batallas en la Segunda Guerra Mundial; aunque su cuerpo era un despojo,
jamás abandonó la trinchera, y en ella murió. Eloy Alfaro nunca dedicó un
instante a sus domesticidades ni sus negocios; peor a retiradas de los combates,
con sus triunfos y derrotas; dejando lo conquistado en manos de sus mendaces
enemigos; pagó con su vida el precio de sus principios. Hugo Chávez juró que
moriría en la lucha por su revolución; así sucedió. Evo Morales, tiene un
proyecto de vida con su pueblo; nadie duda que su vida será el precio de sus
ideales. Fidel Castro es otra figura señera, inclaudicable e irreductible en la
convicción de sus sueños. Nietzsche llama a estos seres: aristócratas de la
ética y el valor.
La tarea del líder es histórica en el ejercicio pleno de su
libertad: trascender eternamente; o volverse simplemente un párroco motivador
de su feligresía, lo cual no significa más que bondad. La tarea del líder está
preñada fundamentalmente de una elevada moral. Es la clorofila que nutre la más
lejana nervadura de la hoja del árbol de la vida, con su verde color. La moral
es la absorción de energía luminosa en el fenómeno de la fotosíntesis.
Schopenhauer acota, “…que uno quiere tal o cual cosa porque
tiene ese carácter determinado, inmutable y preexistente a cualquier acción
concreta, que se va descubriendo a medida que actuamos; pero sostiene que esto
no quita en modo alguno responsabilidad a nuestras concretas opciones de cada
momento, pues cada cual quiere tener el carácter que tiene, quiere ser lo que
es, puesto que en último término no es más que lo que quiere: su voluntad es su
esencia. Nadie puede no querer lo que quiere: aunque uno pudiera no se libre
para hacer lo que quiere, siempre lo es para hacer lo que quiere”.
Para comprender a plenitud la dimensión moral del ser,
Nietzsche llama “la gran política del futuro”: una aristocracia de hombres
decididos a conservar y potenciar la dignidad de lo humano, a luchar sin
exaltación ni ambición contra el abandono, contra la flojera y la irregularidad
en que chapotea la vida de tantos seres, hombres en fin capaces de crear
valores nuevos y de renovar los clásicos. La misión irreductible del
aristócrata es despertar el ímpetu de nobleza que hay en cada hombre y para
ello fomentar la insumisión, pues los hombres están domesticados para atreverse
a ser nobles. La diferencia entre el héroe y el conductor es que el líder: guía
a su pueblo, y éste lo sigue. En cambio al héroe se lo amará eterna e
infinitamente. M. Bakunín desafía: al héroe se lo debe fusilar en la plaza pública,
al día siguiente del triunfo de la revolución.
Evidentemente que éste marco semántico de nobleza y
aristocracia en medio siglo de historia social y política en el Ecuador de nuestras
angustias, no es imaginable. Las élites y la dominación extranjera sólo
producen incertidumbre, desesperanza, parias y plebeyos morales. La presencia
de Rafael Correa provocó aliento en unos y odio en otros. Esto no es
inexplicable, más bien es deseable que así sea, porque aquello es la expresión
de la lucha de clases. En esa lucha nacen los líderes y también los héroes. El
hipócrita discurso de la burguesía que al País, Correa lo ha dividido, lo juzgan
de peligroso. Son eufemismos para encubrir su cobardía y ocultar el pasado ¿Acaso
el Ecuador ha sido una congregación de hermandad franciscana de mendicantes? Siempre
ha sido, y así será hasta el día que se vire la torta: una perfecta pirámide
social que se construye en el contexto de las formas y relaciones de
producción.
Pero el destino de esta Patria, otra vez sin rumbo, agotó la clorofila
moral de Correa, y se opacó su verde, se volvió gris. Como debió suceder. Su ancestral
pasado, su pecado original, la tragedia griega de su niñez asomó como fantasma
y el conductor retornó a una insípida cotidianidad doméstica, como el mismo lo
ha explicado: su familia, la lejanía, su imprescindible presencia en el seno
del hogar etc. etc. etc. Se debe aclarar, que mi señalamiento de su caída moral: es épica; no descifra la conducta de
la gestión de su gobierno. No existe ningún Plan, se volverá simplemente: “EL GRAN AUSENTE”; como el mítico cinco
veces Presidente. Cuyas empresas electorales lo traían del destierro y llevaban
al poder por su magnética palabra.
El abandono de la lucha política y el auto-destierro,
auto-exilio de Rafael Correa; como se lo llame, despertó la tradición obscena
de la derecha ecuatoriana. Salieron de sus madrigueras a darse las manos, a
unirse, a reclamar lo que por mucho tiempo, un académico pero desclasado, les
arrebató el poder. Salieron a recuperar un País
escindido; los mismos que alguna vez diseñaron una balcanización del
Ecuador: los social cristianos como libertarios. Prometen: “uno para todos, y todos para uno”.
La obscena fotografía que el diario El Telégrafo publicó
el día 21 de este mes, es elocuente y tiene varias lecturas. Su obscenidad está
contenida en una amplia gama de sinónimos: Impuro-sucio- procaz-lúbrico-pornográfico-lujurioso-deshonesto-indigno-miserable-vil-
amoral-corrompido-guarro-falso-hipócrita-traidor y otros más. En ese concierto semiótico
y semántico han trepidado los políticos de la obscena fotografía. Pero en la
imagen de nuestro hallazgo, no están todos lo que son, ni son todos los que
están. La fotografía tiene el empaque, escenario y perfil del departamento de Policía,
cada quien con su ficha numerada en el pecho, su porte y su mirada. Sus rostros
y poses encarnan su propio pasado y representan coreográficamente a los que por
mil razones no asistieron al convite. Para desterrar cualquier sospecha de
racismo y sexismo, convencieron a un par de indígenas: hombre y mujer para
colorear el set.
Cada uno lleva a sus espaldas un prontuario político
delictuoso. Son imputados por la ley, la moral y la ciudadanía. Se requiere un
extenso y especializado lenguaje ético, jurídico, cívico para procesarlos. En
alguna pasada época histórica, sus cabezas colgarían de los postes en la plaza
pública. ¡Cuánto daño han hecho al pueblo ecuatoriano! Lo vil, es que se
aprestan al retorno de sus andanzas.
La ficha técnica del las figuras cuya práctica han sido y son
titulares en los medios, haremos de ellos una breve semblanza.
15.-Jaime Nebot, su pasado, antes de su
prolongada alcaldía: es tenebroso. Esta debidamente documentado. La ciudad que administra
desde hace años, es un urbanismo de dos ciudades: de ricos y cañadas de pobres.
No existe un Plan Regulador; la pista del aeropuerto sistemáticamente la van
cercando con inmobiliarias de franquicias norteamericanas. Trasladadas,
finalmente, las instalaciones aeroportuarias se apoderarán de la pista con
arquitecturas maiameras y dejaran un parterre para que meen los perros. La defensa
de los intereses de clase, esta sobre cualquier criterio urbano de calidad. Con
lisonjas y sonrisas forzadas compra conciencias a las masas. El Sillón que
ocupa, lo usó siempre como trampolín electoral; pero cada salto ha sido al
vacio, se ha estrellado con su triste realidad; pero le sirve también para el
pastoreo partidario y negociador de intereses.
13.- Ramiro González. Si existiera un
galardón para distinguir en unas olimpiadas de la felonía; este sujeto, estaría
sin competidor en el podio Nº 1. La frase -es como su identidad- del comandante
sandinista Tomás Borge: en los traidores
siempre se debe confiar, nunca cambian. Su aprendizaje político lo realizó
en las mejores academias del oportunismo y arribismo; la delación y la traición
son los contenidos más importantes en esas escuelas. Carece de cualquier
principio y su orfandad moral es lumpesca.
7.- Cynthia Viteri, de porte
intelectual y moral enanos. Los episodios protagonizados por ella en las
camorras que ha participado defendiendo migajas de poder para su patrocinador
Febres cordero. Útil para cualquier mandado en las trifulcas de baja estofa. Ha
testimoniado como alcahueta todos los golpes de Estado en los últimos gobiernos
defenestrados. Su presencia y participación en la Asamblea tienen la impronta
de una conducta guarra.
14.- Paúl Carrasco, pertenece a las mismas
huestes de Ramiro González. Hace alarde
de la misma obscenidad. Sus ambiciones
no conocen fronteras: hoy estoy contigo, si me fallas serás mi peor
enemigo; aquello sucedió con Correa inicialmente. Emulo perfecto de R.
González. Es más, exhibe su impúdica conducta política con la agresividad de un
burgués de alcurnia, o un gamonal hacendado. Debe tener algunos ancestros
latifundistas. El mundo para él, es una indiada de siervos.
2.- Leonardo Viteri, es un pintoresco
personaje de las orillas del mar, percibe el sonido de las olas con facilidad,
pero de cerrazónicas fibras racionales para comprender los fenómenos de la
realidad que lo rodea. Su tamaño e inteligencia, concuerda con la de los paquidermos. A pesar que el elefante
con frecuente adiestramiento adquiere ciertas destrezas. Eso lo vuelve
divertido en el circo.
De los muchos que se muestran obscenamente en la foto, son
pacientes de enfermedades morales contagiosas; hay otros que, por odio incurable se sumaron
al fichaje de los capo de tutti capi.
CONCLUSIÓN
Al iniciar el análisis, decía que hace 200 años estos pueblos
se encuentran empeñados en construir: respetables Estado-nación. Pero la
dialéctica de la historia lo niega, por la ley de las contradicciones de clase,
los intereses oligárquicos, más los hegemónicos del Imperio. En consecuencia, nos
volvemos una multitud condenados al Mito de Sísifo: Subir la roca hasta la
cumbre de la montaña; pero el peso y la gravedad vence, y ella vuelve a su
sitio. Debemos hacer esto lo mismo, por siglos de los siglos.
¿Qué alternativas reales de construir un verdadero País,
tiene esta obscena derecha que hemos reseñado aquí? Ninguna. Negar los procesos
que se han iniciado, descalificar las políticas en vigor; y odiar con el veneno
más activo de las serpientes a los intentan cambiar esta abyecta realidad. Ese
es el Plan, es la oferta para mañana.
A esto se suma, hay que decirlo, que hemos tenido la desdicha
de elegir lideres de barro; que se derriten por nimiedades al acercarse al
calor del combate. Otros decididamente amorales.
La Galería de Presidentes en las paredes de los salones de la
Casa Presidencial, es un montón de rostros salidos de los garitos. No son
rostros de hombres morales, de aristocracia gigante, que están por encima de pasajeros
halagos.