Arq. Vicente Vargas Ludeña
Pandora fue creada por Zeus, en venganza a Prometeo por
haber, este robado el fuego a los Dioses. Pandora sería símbolo de la
inteligencia y el conocimiento; para ser entregada a los hombres. Vulcano tuvo
el encargo de crear una mujer que tuviera todos los dones; pero fuera a su vez
portadora del mal y la desdicha de la humanidad. Pues hasta entonces los
hombres habían vivido libres de males. Cada Dios del Olimpo tenía el encargo de
insuflar sus potenciales fuerzas espirituales. Así, Afrodita la dotó de
inigualable belleza y sexualidad; luego como un sistema fordiano iba naciendo
la primera mujer.
Zeus la envió al mundo de los hombres, le entregó una “caja”,
pero le pidió que no la abriera jamás. Epimeteo se enamoró de Pandora. Se
casaron. Pero tras la boda Pandora no pudo evitar la tentación, abrir la
“caja”, contenedor de todas las desgracias humanas. Al primer y leve aliento se
escaparon todos “los males”, menos uno: la esperanza; por el sorpresivo y
rápido cierre de la “caja”.
Aquí surge la duda ¿Es, quizás, la esperanza un mal? ¿Acaso
no es la que nos da aliento para seguir luchando? Aunque, tras el fracaso ¿No
resulta, tal vez, una pérdida del tiempo cruel?
Estamos viviendo los avatares de las luchas ideológico
políticos, en estos momentos en el reino de los Dioses y Titanes: el Ecuador.
Donde los Dioses no han podido ser desalojados de sus Olímpicos reinos. Desde
ahí han creado Pandoras y miles de “cajas “que no deben ser abiertas porque se
les escapa el karma del que están
imbuidos. Los Titanes siempre han sido y serán los mismos: los pobres. Han luchado
contra los Dioses pero no han ganado hasta hoy, una victoria.
Ahora mismo, en la Presidencia del Estado habita una
semejanza de Pandora y su “caja” maldita,
llena de sorpresas. Día a día que la abre se escapan las perversidades variadas
y múltiples, felonías, banqueros, mercaderes, voracidades infinitas de riqueza.
Las cuentas del rosario de deseos y ambiciones que esgrimen
las oligarquías, porque ellos conocen mejor que nadie las cuitas humanas, para
salir del atraso, oscuridad, corrupción y los otros males que se escaparon de
la “Caja” de Lenin, que la década
reciente construyó. Abierta la caja trae a burla, infamia el estigma que echan
al pasado; y la conquista de sus futuros planes y proyectos que amasan para hoy
y mañana.
Un empresario, alto dirigente de las Cámaras de la Producción
de Guayaquil –… Arosemena Marriot- dibuja en piedra su tamaño intelectual del
emprendedor. En una charla disertó una apología al emprendimiento, y las duras,
costosas, políticas, inteligentes y denodadas batallas que libró él, en procura
de una franquicia norteamericana para hacer y vender “sándwiches de pan,
legumbres y carnes industriales” en Ecuador. Esa es la estatura de los Dioses
que hoy entregan la “caja” no a Pandora, si a Lenin Moreno Presidente de la
República del Ecuador.
El contenido de la “caja” que la derecha entregó a Lenin
tiene toda la perfidia, burla y ambición que estos hayan podido elaborar. Tiene
un abanico de prácticas: económicas, sociales, políticas que han estado soñando
estos diez años. Hoy sin haber llegado al poder es la oportunidad de plasmarlas
en sus vidas. A pesar que antaño gobernaron a placer desde la independencia de
la República.
La “caja” de Pandora quedó vacía; pero como decíamos arriba
quedó la esperanza, no pudo fugarse. Con ella hemos quedado, a medio camino.
Sentando en el poder a un enigmático personaje que lo han inducido a soñar que
la sociedad ecuatoriana es un compacto estrato, sin diferencias. Este Lenin-Pandora
que dejó escapar el mal de la “caja”, será devorado por los cancerberos del
sistema. Ya lo advertí en otra reflexión: es una réplica de Lucio Gutiérrez.
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