Arq. Vicente Vargas Ludeña
Si el arte es reflejo
de la realidad, esta se vuelve multiforme; entre lo real y lo imaginario. Se
crea un poliedro de “mil caras”. Anoche distraje la pesadilla de la pandemia
que vivimos, y que la tenemos en nuestras goteras, en Netflix, con la película
“A CIEGAS”, -Título en español-.
Es un pueblo atrapado
por un destino fáunico: su propia autodestrucción. No existen bacterias, ni
virus; es el síndrome del suicidio que los precipita, atrae, cautiva. Es la
radiante luz que muestra la realidad exterior a sus conciencias, volviéndose arma
mortal para buscar la muerte. -Existe una especie animal, que por indefinidas
circunstancias, colectivamente, buscan el acantilado y se precipitan-. A
diferencia de nosotros, hoy, estamos obligados a usar “TAPABOCAS”; ellos, los
que aman la vida, usan “VENDAS” en los ojos, para prohibirse a sí mismos la tentación de la muerte. Pocos
sobreviven, pero ciegos, en una reducida colonia; intentando repoblar la tierra.
Hace pocos días, en una
característica zona comercial de Guayaquil –La Bahía- una abigarrada multitud,
propia de un laberinto, se abrían paso angustiosamente, unos; bizarros, otros. Regresaban
donde el dinero, no importa su origen, es un manantial. Era la apoteosis del
retorno, desconociendo por completo las causas de su alejamiento, y las mismas
de su perentorio regreso.
En ese caos organizado
como se desenvuelve ese lugar, con el adulo perverso desde el poder local, una mortífera
partícula acechaba a la multitud. Pocas horas transcurrieron y el VIRUS DE LA
MUERTE, tomó posición de combate frente a la vida. Y el lugar se transformó en
escenario de guerra: “La bolsa o la vida”.
Los primeros caídos, aparecen
en las redes en truculentos escenarios. Los heridos, sin rendirse se retiraron
a sus cuarteles, llevando en sus cuerpos los perdigones de una guerra inútil.
Parangonado con la película A CIEGAS, la venda
en los ojos, impedía el destello de la luz y su realidad, y el final del ente.
El tapabocas de unos, y el desafío estúpido de otros; provocó que ese campo de
guerra quede fuera de futuros trajinares. Todo, y todos están CONTAMINADOS.