Arq. Vicente Vargas Ludeña
Cada comienzo de siglo,
las pandemias amenazan a la especie humana. En la Edad media, las múltiples
pestes eran cíclicas y arrasadoras con las poblaciones. Como hoy, las
estructuras biopolíticas han estado sometidas y reguladas por el biopoder.
Este, es quien regula el orden y la vida de las personas. En el presente, es más
selectivo. La combinación de varias categorías sociológicas: económicas, productivas,
culturales, científicas…; organizan a las sociedades en una escala que expresa
una clara diferenciación social. Selección que define, la supervivencia del más
apto –darwinismo puro-, quien puede inmunizarse, quien muere; y los que están en
el borde, las élites, en la cúspide del biopoder.
Por las redes circula un
“INFORME DE EXPERTOS QUE PREDICAN HASTA DOS AÑOS DE MISERIA PANDÉMICA”. Los
guarismos, temporales y de los sujetos víctimas que grafican a nivel mundial,
son apocalípticos. Son miles de millones que terminarán sus vidas.
Tiempo de duración de la
pandemia 2 años
Población infectada 60 -70 %
Mortalidad variable 53%
Este informe esta
contagiado de “ideología pura y dura”. Es de aceptar que el Sistema Mundo,
después de la pandemia del COVID-19 y de haber resuelto toda la aritmética de
los sobrevivientes, que los científicos predicen, no volverá a ser el mismo.
Pero este informe es literatura pura.
Los Estados-nación, como
la gravitación solar, modificarán los satélites que componen el Sistema.
“VIGILAR Y CASTIGAR” Al
puro estilo de las teorías M. Foucault, someter el control biopolítico del
sujeto. En muchos Estados-nación, es ya, práctica cotidiana.
La delegación de todas
las políticas públicas, -monetización, se denomina ahora- excepto la seguridad
externa e interna, a Consorcios Económicos. El neoliberalismo lo aplica en
algunos Estados. La salud derecho ciudadano, hoy cuestionado y postergado a
niveles últimos. La disyuntiva: la vida o la muerte; despierta el interrogante
¿Quiénes componen un Estado-nación?
La selección de varias
categorías: racial, económico, creencias, profesional, científica e
intelectual, que fortalezca el Nuevo Sistema mundo. Con menor lastre social:
pobres, impreparados, emigrados subrepticios; y todo aquello que ensucie el Nuevo
Orden.
Estados Unidos es el
paradigma que vive un corsi e recorsi, de los derechos públicos. Sin embargo,
el biopoder que regula el destino de las personas, como la salud, administrada
por corporaciones privadas; el COVID-19, ha desmantelado lo conspicuo de lo
privado. El cuadro de terror al pie de un Hospital cortejado fúnebremente por
un convoy de contenedores refrigerados, llenos de cadáveres esperando un
destino final en algún lugar, como restos humanos, o como minerales hechos de
las cenizas. Imagen elocuente del tratamiento de la basura humana, -negros,
pobres, emigrantes…- que el biopoder administra selectivamente.
Ecuador ha sido sometido
a este calvario. Sin horizonte, esperando instrucciones del Departamento de
Estado de los EE. UU. Con decisiones tomadas: contagiar al mayor número de
personas, a la muerte de muchos, y al alivio de pocos. La salud, en el País no
es pública, ni privada. Es del, sálvese quien pueda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario