Arq. Vicente Vargas Ludeña
Los prolegómenos de este relato
ideológico, político, moral, intelectual y otras manifestaciones psicosociales
que organizan la República del Ecuador en un Estado-nación, nos ayudarán a una
cabal comprensión de una penosa y dramática trayectoria histórica. Desde que
una “silla de ruedas” ocupó el solio Presidencial; el estigma que un PERFECTO
CANALLA impregnó en el poder durante su vasallaje traidor, quedaron las huellas
y la ruta de destrucción de la República. En el apartado 2/3, se describió la
continuación de otra triste y lamentable tragedia que viviría nuevamente el
País. Esta vez era LA ESTUPIDEZ; se enseñoreaba en el mapa de la Nación encarnada
en un banquero y familia: soñador de riquezas en billetes y/o negocios de
cualquier granulometría blanca.
La muerte, también estuvo aquí
presente. Las improntas del delito múltiple se agrandaron y se volvieron más
crueles: cárteles del narcotráfico y el crimen político.
Hasta aquí, han transcurrido
cerca de ocho años. Todo aquel tiempo: la traición, la amoralidad, el delirio
por el poder aglutinó a las fuerzas políticas, económicas y sociales más
retardatarias y corruptas…, compactadas por el Departamento de Estado y la CIA
de los EE. UU., cárteles del crimen y narcotráfico; maridaje de los capitales
bancarios y exportadores. Y Claro, con politicastros de baja estofa como el
mago encantador, aborta un engendro con trazas de político. El perfil de este
personajillo minúsculo en los estrados, extraño en las curules, analfabeto en
la retórica, escaso en las ideas, temerario como esposo, desconocido en los cenáculos
culturales o políticos; de ajena nacionalidad; soberbio en su riqueza;
analfabeto en la historia que le antecede; falsario en su retórica; apóstata de
la verdad; aliado de la grotesca mentira y esclavo del embuste. Un verdadero
GAMBERRO. A este personajillo lo encumbraron a las alturas del Poder presidencial
de un Paisito llamado Ecuador. Comparte con todo primor, las raíces del PERFECTO
CANALLA y la lucidez de la ESTUPIDEZ.
¿Habrá acaso alguien que crea o
espere un rasguño a esa inteligencia, un guiño a la moral, un muro a la verdad?
No es culpable de sentarse donde lo han coronado. Todos somos culpables. El
realizará su práctica amoral que tiene en su agenda y la mentira que la carga y
la vende por verdad. Ninguna duda cabe, que este GAMBERRO culminará con la
desinstitucionalización de la República. Mañana, después de que hayan
desaparecido estos esperpentos perversos y perniciosos; habrán quedado retazos
para reconstruir otra República.
La
historia lo dirá.
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