28 abril 2016

ALCALDE CADUCADO


Arq. Vicente Vargas Ludeña                                                     27/04/16
El terremoto del sábado 16 del mes en curso, removió toda la materia de la superficie terrena que alcanzó la onda expansiva desde su epicentro; hasta las emociones y sentimientos más hondos, especialmente, porque la muerte acompasó la tragedia y el miedo. El reino animal alertó sus instintos y los hizo decidir en instantes ante el peligro de sus vidas. Ellos, generalmente, no sucumben a las fuerzas de la naturaleza, porque sus arquitecturas devienen de las propias leyes de ella. La naturaleza inerte expuso su estabilidad dinámica de acuerdo a su propia estructura interna de la materia.
Los espacios arquitectónicos y otras obras que el hombre construye, están sometidos irremediablemente a una serie de fenómenos externos que van desde la silenciosa pátina del tiempo; la lenta pero indeclinable oxidación de los materiales; hasta los cataclismos que sucumben los sueños de los hombres.
A fuerza del error y el acierto –etapa empírica-; la acumulación de la experiencia y luego la presencia de la ciencia, la humanidad desafía parcialmente las desatadas fuerzas de la violencia destructora que amenaza la vida misma.
La historia de la arquitectura, es la historia de la humanidad. Las estructuras milenarias que hoy testimoniamos revelan el pleno conocimiento de determinadas leyes físicas que organizan esas creaciones de las civilizaciones que las levantaron. Los monumentos arquitectónicos históricos nos evidencian que sus autores tuvieron dominio de determinados fenómenos  físicos; conocimiento de las cualidades intrínsecas de los materiales: la piedra como principal elemento; funciones que cumplirían las obras; y potencialidad de sus conocimientos en la búsqueda de más audaces, bellos y perecederos monumentos. Las Pirámides de Egipto son íconos de esa eternidad de la piedra. En Palmira restos arqueológicos de una deslumbrante ciudad, hoy Patrimonio de la  Humanidad, en la República Árabe de  Siria, acaba de suceder algo demencial: adocenados –como todos los basurales de las religiones- en nombre de alá dinamitaron, y a martillazos se empeñaron en demoler las ruinas de un complejo romano de dos mil años de antigüedad. Sin embargo muchos elementos se resistieron a terminar su función ahora histórica y estética en el suelo, ante la estupidez de alienados islamistas.
El terremoto que afectó a una región del Ecuador que causó el derrumbe y desquiciamiento de las construcciones existentes; tiene varias explicaciones. Básicamente se fundamentan en reproducciones de determinadas tipologías arquitectónicas y estructurales, que empíricamente comprueban que funcionan, parecen agradables a muchos y son relativamente fáciles de hacer. Carecen por completo de estudios del suelo y función estructural. En definitiva son arquitecturas sin arquitectos e ingenierías sin ingenieros. Son la inspiración y sudor del maestro de obra y su equipo de albañiles y otros oficios; mas la presencia del propietario agregando sus novedades estéticas y funcionales. A esto se debe agregar el crecimiento espontaneo horizontal y vertical de la construcción. Esos son los prolegómenos de las edificaciones que se levantan en las ciudades. El tejido de las urbes se realiza a espaldas de los gobiernos locales. A veces las mismas autoridades son socios y cómplices de la miseria por venir.
Pero, lo que es inadmisible, es que el alcalde de Guayaquil con fresco cinismo pregone que el viaducto ubicado en una arteria vital para la movilidad de la ciudad, se venga al suelo; y consuele a la comunidad con un burdo argumento: que ya cumplió su vida útil. Que sus años de uso caducaron a los 34 años de existencia.
Esa obra fue mal diseñada y mal construida en el año 1982, por el mentor del actual alcalde: León Febres Cordero. Era una obra para un pueblo que jamás había visto una vía vehicular elevada; y el lerdo peregrino ufanaría su chovinismo, que a sus polvorientas calles había llegado la civilización. El alcalde debe saber que una estructura de hormigón armado sometida a las normas de construcción universal, el hormigón adquiere propiedades más resistentes con el transcurso del tiempo. Lo demostramos en los antecedentes de esta reflexión. Una construcción anti técnica no  mejorará con mantenimiento; esto puede resultar más costoso que la obra misma. Simplemente su demolición oportuna es la solución.
 Aquí surgen inquietudes ciudadanas: la gran prensa escrita y de las otras, a más de una crónica laxa y gráfica no han dimensionado la mediocridad de los gestores. Pero  habrían convertido en una metáfora el colapso del régimen, si aquello fuera una obra del Gobierno de Correa. Siempre la doble vía, la hipocresía alcahuete; a pesar que hubo personas muertas.
Los socialcristianos se enquistaron en el poder municipal hace 24 años. Febres Cordero fue el patriarca de la derecha más reaccionaria, después de su fracaso en  la Presidencia de la República, diseñaron para Guayaquil un estilo de gobierno en el marco de sus visiones políticas y principalmente económicas. No diseñaron una ciudad en el tiempo, ni para el tiempo. Ella sigue su propia dinámica hasta volverse un amorfo conglomerado humano, que ni los arquitectos “maiameros” traídos desde los Estados Unidos para darle a Guayaquil ese glamur, que  tan rentable resulta para el capital inmobiliario; no han comprendido que clase de ciudad exige esta geografía social. Las elites guayaquileñas requieren el manejo del Municipio como epicentro del poder político oligárquico; mantener sus privilegios económicos y hacer negocios; adoptar posturas genuflexas ante la Embajada para que coadyuve a la recuperación del poder total; y botarle presas al mercado. Sálvese quien pueda. El actual alcalde con posturas de menor tamaño, pero con la misma prepotencia e incapacidad, tienen adormecida a la gente con el “spot publicitario de la ciudad regenerada”. Su verdadero objetivo lo oculta y espera que algo suceda para saltar desde los hombros de los enanos que lo rodean, al poder de la República.
La vida útil del señor Nebot, caducó. A mas de sus posturas gamonales ¿Qué otro valor posee? ¿Académico? ¿Intelectual? ¿Teórico de alguna doctrina? ¿Propulsor de una ciudad del futuro? ¿Indique sus diferencias cualitativas con un alcalde de cualquier ciudad? ¿Político tertuliano con bagaje? ¿Escribano de algún episodio de su vida? ¿Gestor de mega proyectos urbanos? Las competencias que constitucionalmente le corresponden a su gobierno las diluye en unidades rentables para los empresarios aliados. Desempeñar funciones edilicias en la ciudad más poblada del País no le otorga ningún merito si no lo ha cualificado. Repito, son 24 años de vueltas a la noria. La masa informe recibe algunas migajas, a cambio de aplausos en cada vuelta que da.
APOSTILLAS
DEL ODIO A LA GENIALIDAD
Un columnista del diario El Universo propone una genial idea: utilizar los trabajos preliminares –movimiento de tierra- en el Aromo,  Manabí, para reemplazar la función de la Refinería de Petróleo, que se encuentra en proceso de construcción; por una ciudad satélite que albergaría a los damnificados del terremoto reciente. Algunos aplauden la “genial y original sugerencia”. A Estos personajes del pasado les importa un carajo el País y su gente. Son la médula pensante socialcristiana.
Es de preguntarse, porqué no  han sugerido alguna de sus genialidades al alcalde Nebot, para que cambie la función de una estructura iniciada y abandonada para un Casino –sala de juegos de azar-  en el Malecón Simón Bolívar; por otra más prosaica.
Yo, en ese bastardo submundo del odio genial, me aventuro a sugerir al Alcalde que lo reemplace por un Prostíbulo. El juego de azar está prohibido en la Constitución. La prostitución, no. Se la tolera. ¡No les parece genial! Juego y putería son actividades gemelas en el bajo mundo. Le podríamos añadir otra función extremadamente rentable: un kiosco anexo al complejo para ventas al detalle de una variada gama de drogas. Todas tienen los mismos genes morales en las invisibles fuerzas del mercado.
Nota: Estas Apostillas fueron publicadas en Facebook. Recomiendo la lectura de un texto en el BLOG sobre la Ciudad. “Guayaquil, Paisaje y Paradoja”



No hay comentarios:

Publicar un comentario