18 enero 2017

ODIOS PERPETUOS

Arq. Vicente Vargas Ludeña
El discurso político en el Ecuador de la oposición; más puntual, de la gran burguesía que inesperadamente perdió el poder hace diez años, sin capacidad de Golpes de Estado clásicos, que el Dueño del País –Febres Cordero- promovía; en conjuro con la plutocracia, militares, y la aportación de los mismos gobernantes débiles, cobardes e ineptos que ponían su cuota de miedo para marcharse por la puerta de atrás de Carondelet. Este relato se ha vuelto reiterativo, pleonásmico: el odio sin límites ni bordes, patológico. Estos rasgos, casi definen lo primitivo e ignaros que somos. Los creadores del corpus antagónico a la realidad histórica que hemos vivido lo saturaron de contradicciones y estructuras sintácticas semánticas inexistentes: socialismo, comunismo, revolución, comunidad, tiranía, mordaza a la libertad de palabra, persecución política, coerción a la libre empresa, prepotencia del poder, opresión. Lenguaje ajeno y extraño en la vida política de la nación.  Nada de eso ha existido en el País. Si ha estado presente, y ha sido reconocido por propios y extraños: un País en el mapa, visible y presente; y un proceso de modernización del Estado, de las Instituciones; y una pálida politización de la población, en un marco ideológico de soberanía e independencia como Estado-nación.
Este rostro diferente de la Patria, no les gustado a la pluto-oligarquía y la clase media ignara. Claro no puede ser de otra manera, a la izquierda delirante que transitan los mismos senderos de la extrema derecha, tampoco.
El odio burgués, es comprensible, no justificable. Pero el odio de la clase media que hoy, más que nunca, escaló algunos peldaños en su afán de diferenciarse de su pasado con vergüenza: cambiar de carro, de barrio, de amistades, de consumo…sin perder la esperanza que algún día pueda tener una membresía en un Club de cualquier rango; ha identificado su ubicación en la escala social. Regularmente son de escasa o ninguna educación o cultura política. (Como, un contertulio –profesor de la universidad- me aseguró que Estados Unidos y el Presidente Obama eran socialistas). Los hay, algunos que tienen sus emociones y sentimientos deformados. Por supuesto, nadie puede exigirles filing con alguien que sus pasiones le indican que no pertenece a su mundo sentimental. Los radicales extremistas que siguen leyendo a Marx, a media noche, para ver si el mundo de hoy en algo se parece a los textos que leen; igualmente son pobres mentales, porque desconocen que el materialismo histórico y dialectico son un conjunto de leyes científicas. Que el conocimiento de la realidad actual es preciso diseccionarla para ver cuándo, cómo, dónde y porque debe evolucionar en determinados procesos de cambios. Existe una frase de un intelectual que afirma: “que si los loros fueran comunistas, estos, serían marxistas ortodoxos”.
La cerrazón de los odiadores perpetuos, les impide diferenciar el presente al próximo pasado; que desde los medios reciben el golpe que los sectores dominantes requieren de la población para recuperar sus prebendas. La filosofía la volvieron un trapo sucio: lo axiológico, teleológico y la ontología, categorías inmanentes al ser, con ellos trapean las conciencias de los ingenuos. La honestidad y su opuesto la corrupción, como alguien dijo, se la inventó ahora; la justicia antes ciega y ecuánime, hoy se volvió prostituta; la inteligencia se volvió un embrión. Los fines ya no son humanos son robóticos, ajenos, miserables; no se busca el bien, se persigue el mal. Las personas ni siquiera ciudadanas alcanzan a ser, se han vuelto cuadrúpedos borregos.
La pregunta surge como rayo ¿Dónde Vivian antes? ¿Cuáles son los parámetros que miden la dicha pasada, de la tragedia de hoy? ¿La filosofía de la sociedad ecuatoriana era, según los odiadores, el marco perfecto que daba respuestas lógicas por donde se conducía la muchedumbre?
Me enviaron dos textos: uno de un columnista de la prensa escrita,  y en un alarde del manejo literario y de los opuestos, dice que  cuando Steve Jobs presentó el iPhone, apareció al mismo tiempo, en el Ecuador la revolución y los revolucionarios se convirtieron en los primeros consumidores del artefacto. Jobs revolucionó el mundo, la revolución y los revolucionarios que llego el País destruyó lo bueno que existió. Concluye que el empresario privado construye el mundo; el Estado lo persigue, y lo destruye. Viejo y manido relato. Otra vez la pregunta: ¿Dónde estaban en los últimos doscientos años –seamos tolerantes cincuenta años atrás- los empresarios transformando el País?
El otro texto, viene de un ex compañero extremista, debe pertenecer al Opus Dei, tiene todo el perfil de un fanático, sectario y radical religioso, muy cercano a los musulmanes en sus prácticas, como creyente y lo mismo en el marco ideológico-político. El casillero en la escala del odio al gobierno de Correa tiene los mismos rangos: patologías emocionales de una formación medieval. En su texto habla del “Voto selecto y a conciencia”. Los votantes en el Ecuador carecen de rigor, conocimientos al momento de seleccionar al candidato. Siempre eligen a corruptos. Entonces da la solución: el voto debe ser selectivo y valorativo, de 1 a 5, no obligatorio. La máxima calificación -5- para el voto del empresario, profesional académico de cuarto nivel; y 1 para la plebe. Solo esto garantizará la selección de un candidato idóneo e incorruptible. Con esta fórmula no habrá infiltrados, chusma o advenedizos. La tragedia del País es esa estructura electoral perversa que perjudica los anhelos y el brillante futuro. No existiría Correa, si en su momento habría funcionado otro sistema selectivo del voto.
La radiografía ideológica de mi ex compañero, es, a la luz de cualquier pensamiento escolar una aberración, producto del fanatismo y el estancamiento cognitivo, posturas antehistóricas. El concepto peregrino de democracia, es el mismo que los medios diariamente fumigan las mentes de las masas. El gobierno de las elites predestinadas para el ejercicio del poder. Pero, esto no es lo que nos preocupa ahora. Debe  leer la multifacética democracia Ateniense,  a Aristóteles y las Constituciones que marginan a la plebe.
El contertulio, como todo reaccionario, desea regresar al pasado más oscuro. Para el fanático fundamentalista es el camino. La Constitución de 1835, en el Articulo 17 para SER ELECTOR ilustra y ordena: 1.- Ser ciudadano en ejercicio. 2.- haber cumplido 25 años. 3.- Ser vecino de una de las Parroquias del Cantón. (Aquí, viene lo aberrante y medieval) 4.- Gozar de una renta anual de 200 pesos que provengan de bienes raíces o del ejercicio de alguna profesión o industria….- 5.- Saber leer y escribir –en la época del analfabetismo dominante, con el 80 %.
Lo esperanzador, es que no volverán.



No hay comentarios:

Publicar un comentario