11 agosto 2017

MANIFIESTO CORRUPTO


Arq. Vicente Vargas Ludeña
Hoy, 10 de agosto del presente año, los periódicos del País con enfáticos adjetivos y gruesa caligrafía, publican un MANIFIESTO, firmado por alrededor de 700 personas. Nombres de elevada alcurnia, de severa casta; plumíferos ganapanes. Y una miscelánea jorga de truhanes y zafios traficantes de todo lo imaginable que el hombre produce para el bien y para el mal. La síntesis y objetivo de ese bodrio es el MAYESTÁTICO ODIO que tienen a Rafael Correa. Lo otro es un atajo para acortar los tiempos, que según ellos, el poder perdido se les acerca más; con el novísimo aliado que consiguieron, sin querer-queriendo.
El argumento de la plaga -solo de esta década- es “la corrupción” del Gobierno  anterior. Y las sarnosas –tienen esta epidemia porque es contagiosa- sospechas sobre el Vicepresidente de la República. Aupadas, también, por el principal Mandatario: Lenín Moreno. Según los apóstoles del bien, el Ecuador se convirtió en el inventor, o reinventor de la corrupción.
 El árbol del bien y del mal posee múltiples ramales. Tomemos dos: la corrupción, y la prostitución, profesión de bíblicas prácticas. Pero la cerrazónica derecha facha, por algún pudor cristiano no maldice, condena o combate esa práctica inherente a la condición humana, tan vergonzosa como la corrupción política. También muy practicada en las cumbres del poder. No se les –falta poco- ocurre decir: que la putería del presente en el País tiene las dimensiones de Sodoma y Gomorra. Simple. Eso no agrega nada a sus ambiciones de poder. Las putas de la 18 –con sus permisos- pueden vivir por siglos de los siglos en esas condiciones. Las castas, a lo mejor se polvean por ahí, con todo su deleite. Pero el poder no se mezcla con nada que no sea lo político.
El atraco bancario del 98 realizado por los patricios firmantes de ese mamotreto, jamás pasaron por los tribunales de justicia, peor pagaron penas carcelarias. Muchos huyeron a tiempo. Ese atraco fue el fin de muchas vidas y el lastre del País. Sin embargo, aquello no fue un acto de corrupción: fue “UNA CRISIS”. En el mundo financiero y bancario la diferencia entre crisis y corrupción es: que lo primero viene desde los cielos, es un castigo; por lo cual no hay culpables. Las fortunas se amasan en lugares sacrosantos. La corrupción es un acto voluntario, sigiloso y cabrón; el dinero se lo camufla en “caletas”, colchones y un sinfín de espacios mimetizados. Para ambas circunstancias dios testimonia y también perdona.

Los personajes firmantes, todos –unos más, otros menos- componen una interminable lista de mediocres, hampones, narcos y malandros. Sus pendones gastados y descoloridos ya no les sirven. El País es otro. Cambió. Si Lenin les ofreció el vuelto, o la vuelta al pasado; se equivocan, y él pagará caro su felonía.  
Esta reflexión, ni de lejos intenta exculpar a nadie de sus actos que lo condenen. No se puede aceptar que las oligarquías cebadas en los golpes de Estado, como siempre lo hicieron, construyan un ambiente propicio para desterrar el Proyecto Político y a su líder iniciado hace diez años. Con defectos, sí, pero nada parecido al pasado.

2 comentarios:

  1. Excelente Arq. Vargas. Esos sátrapas con toda la porquería que hicieron, hoy se la dan de "salvadores de la patria".

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  2. Bien Vicente, de acuerdo. Vienen días de intentos miserables por desprestigiar primero y, luego, destruir políticamente a los líderes de la mayor transformación lograda en Ecuador a favor de la equidad y el desarrollo. Lo protervo y evidente es que, utilizando al traidor Lenín Moreno, quieren retomar el gobierno perdido (el poder NUNCA lo perdieron del todo) e impedir que avance este proceso de cambios importantes que golpeó sus privilegios y por eso, generó tal nivel de odio cerril, el que, peligrosamente, lograron contagiar a casi la mitad de la población gracias a su poder mediático que no solamente es local sino, global, ya que, procesos similares, que se gestan en AL y El Caribe, se orientan a los mismos objetivos: finiquitar la era del poder oligárquico. Como las oligarquías "nacionales" (aunque éstas no tienen realmente patria), son vendepatria y entregan las riquezas de los pueblos a las corporaciones multinacionales, gobiernan también CON y PARA esos poderes. Lo que el Mashi inició es histórico. efectivamente, es un "cambio de época". Eso NO le perdonan y ahora, vienen por la VENGANZA.

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