10 marzo 2018

SINO TRÁGICO


Arq. Vicente Vargas Ludeña
La clarinada de esta tragedia política que nos acecha desde el 24 de Mayo del año pasado, tiene el más refinado espíritu de la desdicha humana descrita por Sófocles y demás hombres de esa estirpe griega, atormentados por el destino de la sociedad. Hoy, aquí no has llegado esa sombra que esporádicamente cubre la vida de los pueblos. En la cumbre del poder apareció una figura, que con su bonhomía, encubre su desgarbado y esperpéntico espíritu: traidor, felón, mediocre, oportunista, arribista: como los hay por montones en los caminos de la vida.
En la línea del tiempo, encadenados sucesos van dibujando un País que nadie lo había imaginado. El anuncio del cambio de estilo en el manejo del poder, metió todas sus patologías, frustraciones HEREDADAS; y abrió las puertas del infierno. Su plan lo conocía, y hasta lo había ensayado: apostrofando los diez años perdidos y carcomidos por la corrupción. Con esas letanías hasta los más rabiosos enfermos los atrajo a sus cotos de odio para formar la minga necesaria, contra un enemigo, que él y la derecha habían cultivado a: Rafael Correa. Claro está, sus estrategias y tácticas como militares, fueron diseñadas en algún cuarto con los, también oscuros personajes, sin descartar la Embajada de Estados Unidos.
Soltó los demonios del infierno; basta observar como la escoria política ensucia el civismo y a la ciudadanía. La esperanza reconocida por la mayoría y admirada en el exterior, que había empezado a surgir, volvió al incierto pasado.
Los réprobos por la corrupción aparecieron por todas partes; y se volvieron lázaros contagiosos; y esa práctica y ese concepto era la nueva neolengua; era una pandemia de la cual nadie podíamos escapar. Es el virus mortal descubierto y destructor, ahora. Los medios de comunicación se alimentaban solamente de ese cáncer. Nada era importante, necesario; nadie conocía la ética ni la moral; no había existido nunca en nuestra sociedad.
La traición, la felonía se convirtieron en valores en el nuevo establishment. Estás conmigo, eres de los buenos. Los otros, los de allá. -Correa- perteneces al pasado perdido y podrido
Encarcelar al Binomio, es dar circo romano a la plebe, placer a la oligarquía; allanar los caminos que se andarán después. La designación de su reemplazo nada importante, es; lo demuestra la sílfide que le tocó esa suerte, maldición o desengaño. La derecha saborea ese manjar. Hoy  se asumen como alguaciles del bien público. Un par de mangantes –Villavicencio y Montúfar- se atribuyen el valor del hombre de la triste figura Don Quijote de la Mancha, gendarmes perseguidores de Rafael Correa. Argumentos y figuras con ribetes literarios, se vuelven realidad en este cataclismo construido por un hombre que da lástima; inmovilizado en una silla metálica con ruedas. De capacidades intelectuales similares, estacionadas en un mueble, inmovilizadas para la creatividad, peor para el ejercicio del poder político.
En una mega confabulación, la pléyade de  traidores y oportunistas crearon, según ellos, una obra maestra, su propio Frankenstein: La Consulta Popular. Una verdadera apoteosis de la inteligencia y el patriotismo. Mañana serán devorados por aquella obra de fina relojería política. Como ya están sintiendo los  flagelos de su torpe traición.
Otra tarea en su macabro plan, está organizar un gavilla de malandros y gamberros con funciones específicas: realizar el trabajo sucio con refinadas destrezas de asaltantes de caminos. Plebeyos de bajos fondos, aunque vivan en barrios exclusivos y despilfarren sus caudales robados  a su paso por lo que administraron públicamente. Darle el carácter de mafia de cualquier escuela siciliana, neoyorkina, japonesa etc. Eso sí, debe tener largos brazos para enlazar los más grandes y complejos proyectos. Políticos, económicos y financieros; como lo sabe hacer el Banquero; o el Alcalde vitalicio de Guayaquil –Matraca-. Al fin y al cabo, se han envejecido en esas prácticas.
En la línea del tiempo, también se debe tener presente, que la congregación de políticos y gestores del nuevo Ecuador, son una manga de traidores y delincuentes. El puñal lo cargan en el puño de la camisa. El retorno de José Serrano desde la Presidencia de Asamblea  a los círculos del infierno, de donde salió, fue el resultado del juego de traidores; de una compleja estructura que no saben a dónde dirigen sus intereses, a quien se someten, que lo que realizan son actos y gestiones de poder mafioso. Recursos de poder para vengarse, enriquecerse. En fin, nadie conoce aún, el camino que conduce al filo del acantilado, por el cual nos precipitaremos, sin posibilidad al retorno.
La masa de cogobernantes que procuran su propio final feliz para sus existencias, terminarán como los felones que van cayendo uno a uno. Podría que sea en montón, cuando el pueblo se harte de delincuentes que nos traicionaron. Que el fuego purificador sea luego el que nos devuelva el derecho a la paz, la dignidad y a la esperanza de una vida, que la miremos.



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