Arq. Vicente Vargas Ludeña
En Ecuador, Lenin Moreno Garcés no inventó, tampoco inauguró la traición. Si, la reconstituyó, fortaleció y practicó en su más acabada expresión Filosófica y Política. De la traición –cuyas cualidades las conservó desde su génesis- hizo la perfecta herramienta para la culminación de su zigzagueante y fangoso camino. Es inocultable aquí y allá la estatura moral de este personajillo tan característico como Mandatario –macabro juego del destino en esta asquerosa comedia-. No era difícil equivocarse en la valoración de este sujeto como ciudadano. Debo confesar, nadie tenía una cabal compresión del futuro País que nos depararía, frente a su presencia. De lo que si estoy seguro, es que solo la CIA., conocía la ruta y destino de nuestra insignificante Nación.
La traición se volvió sistémica y sistemática en las
estructuras del Estado y en los intersticios de la sociedad; desde los Judas
Iscariote hasta las Malinches. Batallones de traidores van y vienen, entran y
salen de los espacios del poder. Se auto titulan Ejército de Salvación Moral. Pero,
cargan sobre sus espaldas la mediocridad intelectual como marca del nuevo
poder; amorales sin contemplación, eso los fortalece en su heroísmo traidor. Se
solazan filosofando en el ejercicio de la felonía y la deslealtad. Las
denuncias de corrupción al PASAJERO DE LA SILLA RODANTE y su familia en las
intrincadas redes de chantaje y coimas, se practican con solvencia en la
multitud de sus clones que le empujan el asiento metálico.
En la ley inglesa, la alta traición era castigable con una
ejecución, los (hombres) ejecutados en la horca; las mujeres quemadas en la
hoguera, aunque la decapitación podía ser sustituida por el mando real (por lo
general por la realeza y la nobleza). Estas sanciones fueron suprimidas en
1814, 1790 y 1973, respectivamente.
Bruto mató a Julio César porque llegó a la conclusión de que
su mentor se había convertido en un tirano que quería acabar con la República
de Roma; esa muerte provocó el cambió del curso de la civilización occidental. La
traición no es, ni puede ser, rebelión, disidencia o reniego, sino profunda
deslealtad y ruptura con los vínculos más estrechos que uno tiene con sus
amigos, su familia o su pueblo. El traidor es, ante todo, alguien que está
dispuesto a venderse por treinta monedas de plata. La traición consiste en una
conducta desleal hacia la Patria. El Pueblo soporta más la ausencia provocada
por la muerte que la duda o la traición. Efialtes, igualmente que Bruto, cambió
el balance de una batalla traicionando a un guerrero batallón de 300 espartanos.
En la célebre Obra de “La Divina Comedia” escrita
magistralmente por Dante Alighieri,
concibe imaginariamente el Infierno conformado por nueve círculos de
tormento y castigo, de manera eterna para los seres humanos, que de acuerdo a
como vivieron su vida, a como desarrollaron sus actos y acciones, a como
materializaron sus sueños orientados a su familia, a la Patria a los amigos; e
incluso a cómo llegaron a manejar el Poder, les tocaría, en ese infierno eterno
sin fin, un círculo de castigo, ante el desarrollo de sus bajas pasiones y
sentimientos inferiores. Sentimientos que los seres humanos nunca llegaron a
trascender y que dejaron surgir las bestias humanas, por hacerse de un lugar en
la sociedad, sin importar quiénes son vejados, relegados, burlados y acabados
moral o físicamente, en honor a la sobrevivencia, desprovista, además de todo
sentimiento ético y moral republicana. No es entonces por casualidad que Minos
le asigna a las y los traidores, el circulo número 9, es allí, en esa zona
donde permanece atrapado El Diablo o Satanás o Lucifer.
La traición no es parte de la Filosofía Política, sino de la Filosofía
Moral. Pero las grandes traiciones en la historia estuvieron indefectiblemente
vinculadas al Poder Político en sus diferentes acepciones, manifestaciones e
influencias.
La traición es la ruptura de los principios, de los valores,
de la solidez ética y moral del sujeto. La traición casi siempre es un acto en
solitario. La asociación es peligrosa en la huida. El traidor fija su foco en un punto de fuga. Para Dante, como
ya lo vimos, es el más grave de todos los delitos; porque con la traición, el
traidor o traidora no se enloda solamente a sí mismo o misma, sino que arrastra
con él a muchos inocentes y en su galope desenfrenado, destruye varios de los
motores que mueven los hilos del universo, la fe, la seguridad, la confianza y
la credibilidad en la alteridad. Este sentimiento mal interpretado puede
conducir peligrosamente al nihilismo o lo que es lo mismo, cuando el ser humano
pierde la confianza en el ser humano
La traición es irremediablemente una violación a los derechos
humanos, es una violación a ese acto íntimo que implica la amistad, donde se
desconoce la ética de la relaciones, es un acto cargado de inmoralidad,
deshonestidad y deslealtad, donde de manera premeditada, racional, espontánea y
calculadora se violan los pactos, los contratos, los proyectos, los sueños, los
sentimientos y las utopías compartidas. La traición, luego es, la transgresión
a la confianza que se deposita en una persona, por tanto solo se puede
traicionar a los amigos y amigas, a los seres amados, a la Patria, a los
compañeros, al Pueblo y a los propios sentimientos, valores y principios
personales de vida.. La traición proviene de personas no solamente mentirosas,
manipuladoras y de mentes mediocres como lo dice José Ingenieros, (ver perfil
del hombre mediocre) también deviene de personas brillantes, inteligentes,
responsables, cultas y con genio, pero ambos se unen en la línea emocional que
acobija la soberbia, la auto estima sobrevalorada, la indisciplina, la ausencia
de voluntad de compromiso con lo que se traiciona, acompañado de la envidia, el
desapego, el desamor; y sobre todo se aloja
irremediablemente un sentimiento de pérdida, de influencia en los demás
y de menoscabo de los espacios y escenarios de poder, para incidir en los
cambios o transformaciones que el traidor considera necesario imponer, sin
importar el costo que ello implique.
La traición en una persona, pasa por momentos de crisis
ético-moral, de remordimientos, del mea culpa para luego posicionarse en una
fase de frialdad cognitiva, calculadora, egoísta y desprovista de análisis
estratégico, sentimental y humano; y se llega a un punto de quiebre donde no
importa la destrucción de la patria, de la sociedad, de las instituciones, de
los partidos, de las comunidades y de la familia en particular. Pero no todas o
todos los que practican la traición la realizan imbuidos solo por la fama y el
dinero, pero si comparten objetivos de grandeza, orgullo, influencia y poder.
Hay traiciones soterradas, planificadas de manera meticulosa
y racionalmente llenas de maldad y de odio, son las traiciones a largo plazo,
donde el actor traicionero se llena de paciencia, asume una actitud de
servilismo, lisonjero, eficiente, se hace sentir indispensable, está en todas
partes, escondido o semi-ignorado, buen escucha, perceptivo, detallista, solo
propone cambio de actores y tácticas pero nunca hace alertas para prevenir los
escenarios difíciles, los conflictos y las amenazas, pues estos forman parte de
su plan de “la salida o de la caída” que necesita, para “aprovechar” las
circunstancias, potenciar el sentido de la oportunidad y la participación de
terceros, que a veces los utilizan como tontos útiles y colocar el timón a su
favor. Un alto funcionario del gobierno de Rafael Correa, confesaba, lo que
aquí se detalla: Lenin Moreno, cuando habían reuniones importantes, este
terminaba abandonando el lugar argumentado que era “urgente su curación”.
Cuando su fracaso es inminente maneja la situación empleando subterfugios
conspiraciones, involucrando actores de manera inescrupulosa para desviar la
atención hacia su persona. Esta es la traición más rastrera, felona y malévola.
Ejemplo clásico de este tipo de Traidores en la historia tenemos a Fouché,
donde lo que más le importaba era su sobrevivencia por mantenerse en el poder o
mejor dicho detrás del poder, independientemente de quién lo detente. Desde
allí se maneja y tejía su red de influencias, para colocar los escenarios a su
favor. Tenía una ambición desmedida, era frío calculador, paciente,
impenetrable, no era orador ni mantenía conversaciones de interés, Fouché no
tenía una personalidad relevante de allí su fortaleza en su conducta sinuosa y
escurridiza. Igual apoyaba a los rebeldes, a los ilustrados, a los científicos,
a los masones, a los monarcas y al Emperador Napoleón como casi al mismo tiempo
al ver que perdían poder se pasaba hacia el otro bando y promovía
conspiraciones, asesinatos, componendas, engaños, destituciones y
desapariciones. En las memorias de Napoleón este escribió: “Si la historia
tiene un Traidor, este sin duda es Fouché”. Hasta hoy día no se sabe si Fouché
algún día sintió arrepentimiento por su rastrera e indigna posición de traidor.
En la Obra: “El traidor en la ciudad”, Cicerón describe lo
siguiente: “Una nación puede sobrevivir a sus locos y hasta a sus ambiciosos;
pero no puede sobrevivir a la traición desde dentro. Un enemigo que se presente
frente a sus muros es menos formidable, porque se da a conocer y lleva sus
estandartes en alto; pero el traidor se mueve libremente dentro de los muros,
propaga rumores por las calles, escucha en los mismos salones oficiales; porque
un traidor no parece un traidor y habla con un acento familiar a sus víctimas,
teniendo un rostro parecido y vistiendo sus mismas ropas, apelando a los bajos
instintos que hay ocultos en el corazón de todos los hombres”. "Aun el
hombre de mi paz, en quien yo confiaba, el que de mi pan comía, alzó contra mí
el calcañar." Cicerón habría destacado estos rasgos en el perfil del
Esperpento: “La cámara oculta en el despacho, La mesa está vacía, sin mí la corrupción
se enseñoreó etc”.
La traición habita entre el fuego y el hielo, entre la
niebla y el fango, ella sola despierta pasiones inferiores, innobles y
perversas, pero con una fuerza capaz de cambiar el curso de la historia, la
naturaleza de las personas y el imaginario popular. Los traidores serán siempre
rechazados por el Pueblo y junto a la Historia les han dado en el devenir de
los acontecimientos una justa y deleznable posición. Recordemos otra vez, Moreno
irá a la tumba, satisfecho de su obra perfecta de la traición, y el cambio de
rumbo histórico del Ecuador. Cumplió rigurosamente los postulados de su
amoralidad; el delincuente adormece primero su conciencia antes de arremeter
con el crimen, este ESCOMBRO ya no requería ese trance. Solo faltaban los 30 denarios.
JUEGO DE TRAIDORES -SEÑALE LA
APLICACIÓN QUE CORRESPONDA, AL ESCOMBRO Y SUS CLONES-
Retractación:
apostasía, negación, traición y objeción
Engaño: treta, traición, astucia, amaño, falsía, trampa, artería
Maquinación: complot, confabulación, conjura, conjuración, traición, engaño, traición, apostasía, engaño, enredo, conspiración
Deserción: abandono, infidelidad, huida, separación, traición, apostasía, defección
Insidia: falsedad, traición, mentira, engaño, murmuración, pesimismo, derrotismo
Defección: abandono, huida, abjuración, traición, apostasía, felonía, deserción
Infidelidad: traición, indignidad, falsedad, ingratitud, vileza, deslealtad
Felonía:trastada, maldad, infamia, indignidad, alevosía, deslealtad, traición, fechoría
Indignidad: traición, infidelidad, deslealtad, perjurio, villanía, felonía
Sacrilegio: apostasía, error, impiedad, cisma, traición, perjurio, deserción, herejía
Deslealtad: traición, indignidad, alevosía, deserción, falsedad, infidelidad
Perfidia: asechanza, intriga, traición, trampa, garlito, maquinación, insidia
Alevosía:deslealtad, infidelidad, felonía, perjurio, indignidad, ingratitud, deserción, traición NOTA: “Disección de la traición” y otras consultas.
Engaño: treta, traición, astucia, amaño, falsía, trampa, artería
Maquinación: complot, confabulación, conjura, conjuración, traición, engaño, traición, apostasía, engaño, enredo, conspiración
Deserción: abandono, infidelidad, huida, separación, traición, apostasía, defección
Insidia: falsedad, traición, mentira, engaño, murmuración, pesimismo, derrotismo
Defección: abandono, huida, abjuración, traición, apostasía, felonía, deserción
Infidelidad: traición, indignidad, falsedad, ingratitud, vileza, deslealtad
Felonía:trastada, maldad, infamia, indignidad, alevosía, deslealtad, traición, fechoría
Indignidad: traición, infidelidad, deslealtad, perjurio, villanía, felonía
Sacrilegio: apostasía, error, impiedad, cisma, traición, perjurio, deserción, herejía
Deslealtad: traición, indignidad, alevosía, deserción, falsedad, infidelidad
Perfidia: asechanza, intriga, traición, trampa, garlito, maquinación, insidia
Alevosía:deslealtad, infidelidad, felonía, perjurio, indignidad, ingratitud, deserción, traición NOTA: “Disección de la traición” y otras consultas.
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