Arq. Vicente Vargas
Ludeña
El realismo mágico, energía
vital en la metafísica de nuestra América Hispana narrado por una casta de
escritores de estas mismas tierras. Les debemos a ellos: identidad reconocida, poderosos
sincretismos culturales; y la memoria como impronta en nuestros devenires históricos.
La parte sustantiva de aquellos relatos está asentada en el mudo retrato de
gobernantes sátrapas esparcidos en esta geografía “amerindia”. Larga es la
lista de esa estirpe que engendraron aquellas creaturas. Solo por mencionar
algunos: García Márquez, Carpentier, Roa Bastos, Vargas Llosa, Asturias, Valle Inclán…creador de la
imagen del ESPERPENTO.
Guardando las
proporciones, las distancias, las categorías estéticas y la ficción literaria;
en Ecuador hemos reeditado el realismo mágico en la posmodernidad: la satrapía,
el zafio, el canalla, el traidor, el felón, el amoral sin límites, el oportunista,
el agente; el corrupto sin trazas de escrúpulos; se encuentra sentado sobre un vehículo-mueble
metálico, como símbolo de su asquerosa majestad. Para otorgarle más fantasía mágica,
no ya, al relato, sino al realismo crudo; un inválido fue investido con todo el
poder mandatario por un pueblo, también inválido políticamente. La compasión,
la conmiseración, la sensación metafísica de la bondad feliz, más allá, del
mundo real; hacia la desvalidez de un enmascaramiento del “hombre bueno”.
Hoy en EL PALACIO DEL
INVALIDO, las vacas no se comen los gobelinos, ni los gallinazos se posan sobre
los decretos firmados por el ESCOMBRO que regalan dólares a los más harapientos
morales: empresarios y banqueros. Tampoco, en la soledad del poder que habita,
son las pisadas de la bestia gigante sobre las tablas, que hacen eco,
retumbando. Porque, más bien, es silencioso el desplazamiento de las ruedas de
la silla metálica, en la inmensidad de un mundo en una gobernanza que terminará
en los infiernos. No es “EL OTOÑO DEL PATRIARCA” de G. M, lo descrito, arriba.
Es nuestra inequívoca realidad desquiciante que vivimos en el País que se
deshilacha, ante la impavidez amoral de un ESCOMBRO HUMANO, y la indiferencia
del pueblo.
MUY BUENA LA DESCRIPCION, DE LO QUE SUCEDE EN NUESTRO PAIS
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