Arq. Vicente Vargas Ludeña 05/10/2015
Esta reflexión es geográfica, se ubica en varios lugares, con
diferentes actores pero un mismo común denominador: geopolítico, económico e ideológico.
Universos contradictorios plagados de truculencias que muchos defienden porque
nacieron en él, sin procesar lo que sucede en su alrededor; o, los
decididamente beneficiarios del establishment por que descubrieron sus
meandros, y conocen a Caronte que los conduce al éxito en su barca por sulfurosas
aguas. Y Los que disciernen que hay otros mundos, sin renunciar a denunciarlos
por lo menos. De esa manera el relato va
de local a lo global o viceversa; de lo
particular a lo universal. En un solo mundo y una sola vida, la que tenemos.
Hoy.
El Nuevo Orden Mundial (NOM) no termina de organizar su
agenda planetaria; las grandes potencias y sus alianzas se desgastan, se
agotan, se fagocitan entre si y al mundo lo bañan de sangre. Tampoco es su
sangre, sino de las masas, de los pueblos pobres, de las naciones sin historia.
Las interminables guerras de los antiguos imperios se repiten hoy, con la
pequeña diferencia, que los holocaustos son monstruosamente más crueles. Así
será hasta el final de los siglos.
Ahora mismo, hoy, la sociedad como la esfera terrena existen
solo dos polos. El Norte que busca la hegemonía única, la del destino
manifiesto con todo el poder militar y económico; y el Sur que se defiende de
ese monstruo manifiesto solo con la vida. El párrafo puede parecer retórico.
Pero, ¿Acaso no vemos a los asesinos delirantes con la muerte y a los
fabricantes de armas llenando sus alforjas con dinero; a las interminables
procesiones que buscan un nicho para refugiarse: hombres, mujeres, niños y
ancianos; en su último intento de salvar la vida, se enfrentan con otros
enemigos: el mar, los traficantes, las Naciones que no los quieren porque ya
están completos; y los lugares que jamás serán suyos? El Norte, además nos miente,
transforma la realidad en íconos metafísicos: la democracia, la libertad, que
los derechos humanos, la individualidad, la felicidad del consumo de lo que no
necesito, y demás divinidades de la civilización convertida en el único modelo
de existencia que le queda al humano: tutelada por una centralidad jupiteriana
desde el único Olimpo que queda, de los tantos que ha habido en la historia
universal.
Para el Presidente de la los Estados Unidos, Brarak Obama
debe ser terriblemente mortificante pararse frente al atril y asomarse al mundo
para hipócritamente mentir –porque estúpido no es: tiene buena oratoria y es un excelente escritor-,
los imbéciles no poseen esas cualidades. Pero está obligado a falsear la
verdad, muy a su pesar, porque al mirarse la piel se recuerda que es un negro.
Entonces, ahí, ya no distinguimos desde la periferia, si es estúpido o
hipócrita. Porque esta categoría en el mensaje para lo público tiene una
denotación; para lo político y dominante
tiene la verdadera connotación. Sabemos que está rodeado de buitres y hienas,
prestos para asistir al festín de donde venga el olor de la carroña. Parte del
medio Oriente lo han destruido, con indulgentes justificaciones: Afganistán,
nido de terroristas; Irak, amenaza nuclear; Libia, tribus sin Estado; Siria,
gobierno dictador y asesino de su pueblo; la indomable África subsahariana
continente de eterna noche negra. Pocas piedras quedan sobre los muros de esos
pueblos. Engendraron monstruos por doquier: Al Qaeda, Estado Islámico, Frente
al Nusra y una pléyade de combatientes asesinos salidos de las cavernas del
desierto, financiados por el “País más democrático y retrogrado: Arabia
Saudita”, y otras monarquías prolíficas en descendencias por su gran capacidad
copulativa con el harem que disponen; y armados por el primer fabricante de
armas del mundo para derrocar al Presidente de Siria, que es el único que
impide que esa región sea el edén bíblico. Solo occidente, principalmente
Estados Unidos, tiene semillas certificadas que dan frutos de democracia, DD.
HH., libertad todas regados con plomo y
abonadas con sangre. Y las están sembrando por todos los continentes.
Con las mismas justificaciones intervinieron en Ucrania,
seguir adornando el planeta de de los repetidos valores y demás rosarios
gozosos. Ahí está esa Nación empollando fascismo y alimentando cuervos
fascistas. Ya estallará en mil pedazos. Cuando interviene Rusia en uno y otro
lugar lo hace obligado porque su seguridad está en peligro, la dinamita está en
su frontera y la mecha la maneja la OTAN. Rusia inicia sus ataques al Estado
Islámico y el planeta arde, los medios replican lo que la Casa Blanca
dictamina: “están atacando a la población civil, eso es genocidio; están
bombardeando a los patriotas buenos que buscan derrocar a Al Assad”. “No están persiguiendo al Estado
Islámico que son los únicos y verdaderos terroristas”. Esto lo dicen los
voceros del Gobierno de Obama y de algún País
vasallo. Entonces salta nuevamente a
la conciencia: ¡Estupidez o hipocresía! ¡Y el mundo! Un planeta lleno de
humanos-insectos.
La estructura Institucional que los Estados Unidos han creado
para procesar todos los fenómenos geopolíticos, económicos, inteligencia,
científico-técnico le permite al gobernante estar informado y tomar decisiones
al instante. Sin embargo su declinación hegemónica es evidente, contradictoria,
inmoral y mafiosa. El discurso de Barak Obama en la ONU fue lacayo y canalla.
El sustrato de su mensaje fue obediente a las Corporaciones y amenazante a las
naciones, como cualquier truhán de esquina.
Paul Craig Roberts, ex asesor económico de R. Reagan, opina
que Washington está hundido en un pantanal. Que sus vasallos Gran Bretaña,
Francia, Alemania, Japón y otros no sirven de mucho en la salida del lodazal
que se ha metido: “La guerra total”. El estatuto de vasallaje que buscaba en
China y Rusia no lo encontrará jamás; en consecuencia “una guerra nuclear es
nuestro probable futuro”. Termina diciendo la Casa Blanca. Agrega Craig -para despertar
y recordar los sueños de los halcones- que la derrota de Hitler se la propinó
la Unión Soviética.
En Colombia se acaba de revelar simultáneamente dos fenómenos
políticos que presentan diferentes facetas pero se originan en la misma matriz
de un Estado fallido. El primero, el abandono total, por parte de Colombia de
sus habitantes en la frontera con Venezuela, donde encuentran en este País un
refugio, un modo de vida y el sustento familiar de millones de colombianos. Con
todas sus secuelas: buenas y malas. Y segundo, la proximidad del acuerdo de paz
definitivo con las FARC.
Nunca como ahora asomó el verdadero rostro de
El Leviatán apocalíptico colombiano. Es el Estado absoluto, ("Nadie hay tan osado que
lo despierte... De su grandeza tienen temor los fuertes... No hay sobre la
Tierra quien
se le parezca, animal hecho exento de temor. Menosprecia toda cosa alta; es rey
sobre todos los soberbios"). Puede entenderse como una justificación del
contrato social, y establece una doctrina
de derecho como base de las sociedades modernas y de los gobiernos legítimos. Thomas Hobbes, filosóficamente en ese
entonces -1651- vislumbraba lo que la modernidad ha creado: Estados en
permanente y dialéctica construcción. Pero El Leviatán colombiano es el
monstruo bíblico marino creado por dios; y como siempre para devorar y castigar
a los hombres. Sobre las inequidades de un Estado perverso desigual, indiferente
e inicuo con su pueblo, no existe otro en
nuestro continente como Colombia. De esto ya hemos hablado en otro
texto. http://vichevargas.blogspot.com/2015/09/ocultas-realidades.html. He ahí, el letargo
y disfuncional, por decir lo menos, Institucional; pero sobre todo sangriento,
desde la colonia. Doscientos años de guerras inútiles, como las llamaba el
coronel Aureliano Buendía, y otros cincuenta de guerrillas y crímenes de todos
contra todos. Con iguales intentos frustrados de treguas para la paz
El acuerdo y la firma de la paz, es sin duda
una gran esperanza, para Colombia y todos los vecinos. Pero ahí es cuando salta
la fiera sobre la liebre; e intenta prender fuego a la arquitectura de la paz
ya diseñada y en construcción. La extrema derecha fascista con lo más granado
de la burguesía liderada por Álvaro Uribe Vélez, con prontuario de capo di tuti
capi, la piadosa Iglesia católica, los grandes medios locales y especialmente
españoles; no conciben que la guerra termine y que El Leviatán deje de ser
bíblicamente apocalíptico, y se vuelva filosófico como el concebido por Hobbes.
En el hilo conductor de la estupidez o la hipocresía todo se vuelve falso. No
es la paz lo que importa a estos nazis ¡Es cómo y dónde vamos a fusilar a los
miembros de las FARC después que firmen los tratados! La justicia transicional
que reconocen los tratados internacionales, aquí en Colombia no tiene validez,
dicen. Solo hay una justicia: la cárcel, el destierro o el paredón. Se pasan
por el forro que el Estado ha sido y es el principal actor de las guerras; que
la población lo que ha hecho es defenderse de las opresión de las castas. Que
el Estado es el principal creador de todo tipo de fuerzas paramilitares para
encubrir asesinatos, depredar la tierra a los campesinos y utilizar a estos
grupos criminales en el jugoso negocio de la droga. En ese escenario de violencia
e injusticias el delito organizado, hasta el ladrón de la esquina, encontró
tierra fértil para crear verdaderas academias de sicariato y todas las formas
imaginables de delincuencia, que se han extendido por toda Latino América. La
pregunta es ¿Son estúpidos, que no saben que en una guerra hay uno o más enemigos?
Por lo tanto todos se deben sentar en la mesa para llegar a la paz, porque todos
tienen deudas que pagar a las víctimas. Para la derecha fascista solo hay un enemigo
y un solo culpable. Inmensa hipocresía, reniegan de su complicidad en la
violencia. Eso es un claro síntoma de que el Estado que han parido crecerá así
para siempre. Frente a lo cual no hay ninguna salida. Colombia tiene las
fuerzas armadas más numerosas de América Latina, después de Brasil, si firman
la paz ¿Cuál será la misión de semejante contingente militar? Su incorporación
a la OTAN, donde no existe un Atlántico y tampoco un norte; entonces es más que obvia su misión
militar en Latino América. Pero su estupidez no queda allí, las generaciones –son
muchas- que han crecido en la violencia, el crimen, la salida fácil de una vida
de consumo voraz, no terminará al día siguiente de la firma de paz. Ese
monstruo lo llevan en las entrañas y en sus cromosomas; regenerar la genética
criminal solo será posible con una
clonación ética y moral de las elites.
En Ecuador la
estupidez y la hipocresía han saturado el ambiente político. Los unos con
lucida hipocresía reniegan teorías que ellos mismos perpetraron en algún
momento, pero las añoran en el presente: el FMI, la desregulación de todo
control, la des institucionalización del Estado, y otras vías subterráneas del
neoliberalismo. Jamás lo dicen en público. Sencillo, es lo único que conocen y
que aprendieron en los trajines y relaciones con las agencias de los Estados
Unidos. Solo uno se atrevió a decir que el dinero del FMI es más fácil y
conveniente. Pero también, porque eso los delata. Entonces terminan de simples
detractores del Gobierno. La critica acerba, el denuesto de lo que hace el
Gobierno, es el único maná con que el mundo mediático alimenta a la grey. La derecha
reaccionaria y la izquierda delirante tocan los mismos instrumentos, entonan
las mismas melodías, bailan al unísono su triste pasado y su destino sin rumbo.
Los estúpidos
engañan también, confunden entre la inteligencia y la compasión. Los eunucos salidos
de una angustiada y fácil manipulable clase media, mediocre e ignara se dejan
–Ver este Bloghttp://vichevargas.blogspot.com/2015/09/eunucos.html-contagiar
fácilmente del recalcitrante odio de la burguesía, replican, repiten en sublime
apología a los más descalificados y aventureros políticos. Para graficar el
tamaño de la estupidez imaginemos: Si la “Mama Lucha” –personaje legendario de
perfil moral deleznable- viviera hoy, y se apoderara del lenguaje procaz y
prácticas dudosas como las de la
Asambleísta Lourdes Tibán contra Rafael Correa; los eunucos la elevarían a la
Categoría de “heroína nacional”. ¡Poca diferencia existe. No!
No hay comentarios:
Publicar un comentario