28 junio 2016

LA INFAMIA Y ESPAÑA


Arq. Vicente Vargas Ludeña
España y América Latina son regiones características. Tienen los mismos ligamentos sociológicos que amalgaman sus historias pasadas y presentes; desde  el Rio Bravo hacia el Sur; lo mismo, desde los Pirineos al Mediterráneo. México y España, por ejemplo, -siempre lo señalo como paradigmas- arrastran las mismas taras históricas. No han sido capaces de asimilar, ni por osmosis, el desarrollo científico-técnico e industrial de sus vecinos del Norte. La vida contemporánea de esas naciones se asienta sobre milenarias culturas pasadas. Pero el aborto sincrético que esos encuentros debieron parir, fue más bien depredador del que tenía el mosquete y la cruz, en América. Y en España, para el que tenía  las armas, la estrategia y el poder global, para la época. A España la violaron y birlaron: los musulmanes, los franceses, los ingleses; sin mencionar los bárbaros que la pisoteaban, y el coloniaje romano al que vivió sometida. México, nada asimiló del impetuoso desarrollo de su vecino del norte. Más bien emigraron a él, era y sigue siendo más cómodo. España hace lo mismo. Emigra hacia el norte. España no abandonó la concepción feudal –según una encuesta reciente el 25% de los españoles siguen creyendo que el sol gira alrededor de la tierra- del Estado y la sociedad: la Monarquía, la iglesia y la “fiesta siesta mediterránea”. Cerrando las puertas a la Ilustración y Revolución Industrial. Setenta años en el poder del PRI, en México. Setenta y más años de un coctel fascista, con Franco; y de una híbrida transición y más de lo mismo en los últimos años. ¡Qué resistencia! Sin embargo los corifeos fachos interceden, porque en Venezuela debe terminar una “tiranía”.
México es el resultado de un juego de fuerzas: el dominio absoluto de las élites desde la colonia, con ancestrales pujos de nobleza, heredados de la “madre Patria” – donde hasta hoy, cualquier plebeyo henchía su pecho con alguna torpe esperanza que aparezca en su árbol algún aristócrata. Ésta estúpida visión, es otro acendrado objetivo en la vida de los españoles que permanece vivita, sueñan, adoran, son capaces de invertir su alma, o investir el mundo para que alguna migaja de nobleza les caiga con un título nobiliario. Como el Marquesado que tanto buscaba en España, Mario Vargas Llosa. Por eso, tener esperpénticos monarcas como hoy los tiene, vuelve al País, similar a liliputienses -mentales- emperadores y sátrapas africanos.
 España es una tragedia, el franquismo, la omnipresencia creyente en dioses –antes eran solo católicos, hoy comparten con multitud de sectas religiosas- lo cual retorna a sus primigenias raíces: el miedo a dios, y las múltiples formas de enriquecimiento a cualquier costo. Divide a la sociedad, en los que se han despojado de esas basuras y desean construir una nación moderna; y los que creen, que con castillos y templos medievales, mucamos y meseras, el País aparecerá en el del primer mundo. El Presidente actual, M. Rajoy es un farsante e impostor, lo mismo que el famoso reyezuelo, cuando engañan a toda su feligresía que España es la cuarta economía de Europa. Si todo el dinero que ha recibido desde que Europa la conminó a entrar a la Comunidad Económica y sus Tratados, lo hubiese recibido cualquier País africano, también sería una economía con ese membrete. Rajoy es un mediocre, canalla y ladrón. Jamás menciona los millones de parados, los millones de jóvenes expulsados de su patria, la desbordante deuda pública y privada, el infamante despojo de la vivienda a los ciudadanos y su impagable deuda, el manejo imposible de su crisis fiscal, de la fuga de capitales hacia paraísos del dinero, las grandes corporaciones que no tributan en parte alguna, la cofradía de malandros que su Partido Popular aúpa y que se han enriquecido si pudor, siempre. Que España, poco tiene para aportar a la dinámica económica, a la ciencia, a la tecnología de la Europa desarrollada. España de hoy,  es la misma de 1492, con las respectivas excepciones del automóvil y el avión. De imperio colonizador, convertido en retazo colonial, manteniendo en sus goteras un enclave de una ex potencia extranjera, que promete nunca abandonar ese territorio: Gibraltar.
Es singular la postura de todas las fuerzas sociales, económicas, culturales, políticas y demás, frente a la depredación que estos sinvergüenzas causaron en su País. Son cientos de imputados por corrupción, que no se robaron una gallina; atracaron millones de Euros al Estado y a los ciudadanos. Todos desfilaron por los tribunales. Y todos, hoy retozan en sus casas, para escarnio de los buenos, que los debe haber. En los Estados Unidos, después del atraco financiero y bancario del 2008, donde el Estado concurrió con un salvataje de setecientos mil millones, un solo despistado ejecutivo fue enjuiciado. Esos son los contagiosos decálogos del neoliberalismo.
Las elecciones actuales en España para designar al gobierno, son el espejo de un pueblo sin horizonte. Después del apoteósico 15M donde una inmensa multitud de “cabreados” se tomaron las plazas, indignados de tanta miseria moral y material que se había apoderado del País. Luego, a los tres meses, la derecha más facha y reaccionaria es elegida mayoritariamente. Recientemente se presenta una nueva oportunidad y la historia se repite con el mismo y más craso cinismo. Ninguna duda cabe, las masas están contaminadas moralmente. Se vuelven traidoras, para solo así, elegir traidores. Ya lo probaron en el periodo anterior. Rajoy sin ambages le dijo al pueblo: yo, tenía un programa de gobierno, pero debo gobernar con otro, porque las circunstancias me precipitan. Hoy, ya conocen con que Plan seguirá estrangulando a los pobres, y con quienes gobernará para incrementar el número de ricos y afortunados. El pueblo que se reconoce  asimismo, que se auto valora, en lugar de darles un voto debió rebelarse, aprehenderlos y entregarlos a los tribunales de justicia. Las espesas imputaciones y prontuarios, que Rajoy y su combo tiene, en la Europa Institucionalizada y decente, estos corruptos rufianes habrían ido a parar a la cárcel. En España son el escarnio,  vergüenza, humillación…También indiferencia. Pero no. La sociedad en su conjunto está contaminada de un carcinoma moral terminal. Terminará en girones, y retazos de Naciones.

El resultado de las elecciones es elocuente. Baja participación, 51%. 70% de votos distribuidos para la derecha evidencia que la tragedia vivida por el pueblo estos cuatro años se lo atribuye merecidamente. Pueblo masoquista, pueblo infame. Pueblo que se merece los palos que ahora recibe, y los  que más tarde le vengan. Que los dioses de los que están plagados se los administre. Y, que los ricos lo disfruten a placer.

21 junio 2016

QUE LOS TERRORISTAS ENTIERREN A SUS MUERTOS


Arq. Vicente Vargas Ludeña
El domingo 12 de este mes –Junio-, todos los husos horarios planetarios se plagaron de noticias alarmantes, miedos, incertidumbres y asombros. Los titulares conceptuales –no informativos- enarbolaron cada uno su propio estandarte. Un individuo llamado Omar Maten 29 años; nacido en los Estados unidos, de origen afgano, armado con una verdadera panoplia de guerra, descargó todas las municiones sobre una muchedumbre de homosexuales y lesbianas que se divertían en un lugar de cotidiana frecuencia, en la ciudad de Orlando-Florida, USA. El saldo de vidas es de guerra real. Los sectarios, guerreristas, creyentes dogmáticos estupidizados, sicópatas, políticos oportunistas; cada quien conceptualizó el episodio informando y comentando desde su imaginación. “50 perturbados fueron asesinados en Orlado USA”; titulaba un periódico turco. “La tarea quedó inconclusa”; vociferaba un pastor en una iglesia norteamericana. “La tenencia indiscriminada de armas son las causas de estas masacres periódicas” señalaba otro comentarista. “Es el terrorismo islámico que quiere destruir nuestra Nación”; desgañitaba un candidato a las próximas elecciones. “La homofobia es una lacra que no tiene límites”, asuntaban simpatizantes de estos grupos.
El desarrollo de las fuerzas productivas en los Estados unidos, entiéndase como la capacidad de explotar todas las potencialidades humanas en procura del bienestar material de una sociedad. El sueño americano se convierte en respuesta a la búsqueda del funcionamiento exitoso del sistema –el éxito es el mejor de los éxitos, reza el pragmatismo como esencia del capitalismo- se vuelve imprescindible modelar una tipología de individuo. Es ontológica la encrucijada del nuevo “ser” y sociedad arquetípica al unísono. El nuevo “ser” debe estar modelado en función de la base material que se construye y la superestructura que debe gobernar la personalidad de los sujetos; en la cada vez más esplendorosa cultura del consumo; la que es, en última instancia, retro alimentadora de las formas de producción y de la cultura.
En la posguerra de los años cincuenta, el auge de la economía, la topogénesis y la estructura de pensamiento en la posmodernidad cambian. El urbanismo, la arquitectura rediseñan el lugar para vivir y por supuesto toda la urdimbre de relaciones y diferentes visiones del mundo. El espacio público se vuelve cada vez más privado. La burbuja intima-personal se ensancha. Cada uno, es un universo completo y contradictorio, porque la cosificación de la vida rutinaria uniformiza las existencias. La axiología en la lógica, ética y estética no son colectivas, son unidimensionales y unipersonales. Hay una tipología universal para la racionalidad, para el bien, y la belleza. La libertad y la democracia en los Estados Unidos es una y única. En consecuencia es paradigmática, debe ser trasplantada y emulada en el todo el orbe. Tiene raíces y mandatos divinos. Según sus panegiristas.
Esa insatisfecha cosificación de los individuos procura el surgimiento por doquier de academias y académicos motivadores de la auto superación personal. El inmanente ético de la autoestima, en la cultura norteamericana se transforma en el leitmotiv de la sociedad para llevarlo hasta los linderos de la sicopatía. Lo que Aristóteles en su Ética para Nicómano, plantea que el bien es el fin de todas las acciones del hombre. Savater dice: la ética es una toma de postura  voluntaria, fruto reflexivo y estilizado del amor propio y humano. Es decir lo que es una categoría inherente en el ser; adquiere nuevas dimensiones en F. Fukuyama, -pensador tanque de la retaguardia del sistema- cuando termina con el último hombre y surge el nuevo que debe responder en el marco del liberalismo y la democracia: al mercado y al  emprendimiento sin barreras. El liberalismo, para este coto ideológico, es la instancia jurídica que reconoce derechos y libertades individuales respecto al control gubernamental. Eres libre, pero tus límites están dados por los fines del capitalismo. La democracia, por otro lado, es el derecho a elegir con su voto a quien lo debe representar. Siempre irás a votar–te machacan el cerebro-  como el sistema te lo imponga, solo así serás un demócrata.
 En ese contexto, con buena puntería explota lo que se ha señalado arriba: “el reconocimiento” que el individuo reclama de los demás. Thymos según Platón y una series semánticas, de históricos pensadores: Deseo de reconocimiento, Espiritualidad, Deseo humano de gloria, Orgullo o vanagloria, Amor propio, Amor de la fama, Ambición, Autoestima…Todos conducen al mismo sujeto: exigencia al reconocimiento en el filo del éxito pragmático. Incluso las sectas religiosas, inculcan y pregonan con doble finalidad el éxito económico de feligrés, -a diferencia del catolicismo que destina sus rituales para una iglesia de los pobres, los ricos tienen otra- de esa manera se convierte en un contribuyente seguro de los diezmos.
Estos son los fundamentos del individualismo, aislacionismo, y rechazo a todo rasgo colectivo. Lo comunitario son prolegómenos de comunismo. Los negros, por ejemplo, socializan solo los domingos que asisten al rito religioso. La convivencia, no nace de las relaciones sociales, surge al amparo del conjunto de normas del derecho impuestas desde arriba: por el poder. Entonces el fenómeno adquiere dimensiones sociológicas, sicológicas, en fin, ideológicas, que cubre todo el espectro de la conducta humana. Una manera particular de interpretar la realidad, bajo el paraguas de un determinado modelo económico y político.
El hombre que habitó la sociedad sólida, ésta se volvió liquida en la posmodernidad de Z. Bauman; F.Fukuyama lo desapareció con “El fin de la historia y el último hombre”. Pero el nuevo individuo que nace al conjuro de la cultura de masas, cosificado, alienado, egoísta; requiere para conservar su burbuja íntima un arsenal militar en su casa, para su defensa de enemigos fantasmales que el sistema ha creado. El Estado les otorga ese privilegio de portar armas letales. La constitución los ampara. Y los lobbies industriales les garantizan la posesión de un “kitch destructor” en la vitrina de sus casas.
Que el asesino de Orlando haya sido el resultado de múltiples factores como el que se ha descrito aquí, es el inicio de otras implicaciones ideológicas que el sujeto las hubo de tener como resultado de los crímenes que el País en que nació está cometiendo con sus ancestros en sus lejanas comarcas. El Presidente Obama se niega a aceptar –no lo hará, porque eso significaría la aceptación de su ejercicio terrorista- esa triangulación terrorista: Estado Islámico, terrorista – Estados Unidos, terrorista - y el lobo solitario alienado-; haciéndolo éste, pagar caro las fechorías que el imperio comete con los pueblos que invaden. La serie de televisión Homeland, encara ese patrón que se está construyendo en occidente. Francia, Bélgica, Inglaterra, España y los que vendrán. Un terrorista de sus propios lares, y sus propios genes se vuelve contra los suyos, después de un largo y penoso tratamiento de enajenación. Al fin, el soldado de Estados Unidos que se mimetiza en los desiertos para matar a gente que no conoce, que no entiende porque está ahí, exige reconocimiento ciudadano, que jamás lo encuentrará, otros económico; es un terrorista que no distingue su papel, aunque no conozca a plenitud los alcances de Patria, ni los poderes que están detrás del verdadero poder.
Por último, Donald Trump no ha ocultado el arquetipo de individualismo que lleva en sus entrañas. Lo mismo es aplicable a la “zorra” que aspira al mandato presidencial. Es la supremacía nacida y cultivada al amparo de ese reconocimiento que exigen las personas de cualquier rango; más aún un magnate de esas dimensiones.  



18 junio 2016

EL FUTBOL ECUATORIANO Y LA INTELIGENCIA


Arq. Vicente Vargas Ludeña
La inteligencia es la habilidad para resolver problemas. Todos los individuos normales son capaces de, por lo menos, siete formas cognitivas. Cada inteligencia, se basa, inicialmente, en un potencial biológico que luego se expresa como resultado de la interacción de factores “genéticos y ambientales”.
De las inteligencias múltiples  que al futbolista le corresponde: es la cinético-corporal. Y es, la que nuestros jugadores la poseen, escuálidamente. Físicamente están bien dotados. Intelectualmente, huérfanos. El conocimiento cinético-corporal se considera como apto para la solución de problemas. Esto se ve claramente en las especies animales –la plástica sinuosidad del guepardo en pos de la presa-. Es cierto, que efectuar una secuencia mímica o patear una pelota de fútbol no es como resolver una ecuación matemática. Y, sin embargo, la habilidad para utilizar el propio cuerpo para expresar una emoción (como en la danza), para competir en un juego como en el fútbol, o para crear un nuevo producto; constituye la evidencia de las características cognitivas de uso corporal.
Para ilustrar mencionaremos la escala de las inteligencias múltiples: La inteligencia (inmanencia universal). El talento (destreza). La prodigiosidad (el niño prodigio). La genialidad (el genio). ¿En que categoría de inteligencia cinético-corporal ubicaríamos a Pelé, Maradona o al presente Messi (“la pulga”)?
El futbolista ecuatoriano cuando lleva la pelota, la patea sin destreza ni cálculo. Luego se apura en perseguirla. El objetivo se vuelve la pelota, no la jugada; peor la estrategia. Messi lleva la pelota por delante, casi pegada a sus pies, a centímetros de sus zapatos. Su objetivo es la jugada, los aliados, el esquive, o el arco. La pelota es el instrumento. El gol, es la meta. Eh ahí la diferencia entre perseguir la pelota y perseguir la jugada. Entre patear sin orden ni concierto, y ejecutarlo armoniosamente divertiendose. Entre la grosera rutina y la genial creatividad.
Este texto ilustra fehacientemente lo que aquí sostenemos. Para ser buen futbolista se requiere una desarrollada inteligencia. En el momento en que la pelota abandona la raqueta del tenista que ha efectuado el saque, el cerebro calcula aproximadamente dónde aterrizará y dónde la interceptará la raqueta. Este cálculo incluye la velocidad inicial de la pelota, combinado con los datos de la disminución progresiva de velocidad y el efecto del viento y, después, el rebote de la pelota. Simultáneamente, se dan órdenes a la musculatura: no todos de una vez, sino constantemente, con información refinada y actualizada. Los músculos tienen que cooperar. Los pies se mueven, la raqueta se sitúa detrás, manteniendo un ángulo constante. El contacto tiene lugar en un momento preciso que depende de si la orden consistía en tocar la raya o cruzar la pista, orden que no se emite hasta después de un análisis casi instantáneo del movimiento y de la postura del oponente.
Para devolver un saque normal se dispone de un segundo para hacer todo esto. Tocar la pelota ya resulta notable en sí, y sin embargo no es infrecuente. La verdad es que todo el que habita en un cuerpo humano es dueño de una creación extraordinaria (Gallwey, 1976)

02 junio 2016

VENEZUELA EN SU LABERINTO


Arq. Vicente Vargas Ludeña 
Inicialmente surgió la idea de tratar simultáneamente estos temas: ¡TRUMP ANTISISTEMA! - BRASIL, Y SU ORGÍA PERPETUA - LOS PAPELES DE PANAMÁ Y VENEZUELA EN SU LABERINTO. En el desarrollo del DOSSIER, que es, como se titularía el texto,  la importancia de los temas extendió el análisis, lo que obligó a separarlos para ser colgados en el BLOG, independientemente. Parte de este título también es prestado.                          
 Estos acontecimientos se desarrollan en línea geográfica vertical de norte a sur, en el hemisferio. Son trascendentes en la esfera global de la humanidad. Las vertiginosas narrativas económicas, sociales y políticas modifican rápidamente la aparente y apacible cotidianidad. La interpretación de esos relatos no es de fácil aprehensión porque la esencia de los modelos apenas muestra un vago boceto. Están refundidos en las catacumbas de los que diseñan el nuevo orden mundial. Es la moderna cristiandad que modificará la visión de una nueva humanidad.
Las hegemonías que alientan un mundo diferente, según sus propias teorías, traen la impronta de un mandato divino. La  estratificación de la sociedad que la historia nos ha mostrado; los sacerdotes del nuevo antropocentrismo pergeñan una pirámide más “chata”. Son los albores del moderno esclavismo: amos y esclavos. El segmento medianero no tiene ubicación entre el poder y el súbdito.
La guerra mediática contra Venezuela es despiadada. No da tregua al Gobierno de ese País. Parecería que en el Globo no existen más naciones que son importantes y arrastran estigmas lacerantes, en este continente. Colombia, por ejemplo, regiones aborígenes que sufren desnutrición, sin considerar sus lastrados e históricos  caminos de violencia, narcotráfico y crímenes abyectos. México, otro País que vive al otro lado de la armonía edificante, es un Estado fallido, aunque las elites y su vecino del norte lo maquillen con boatos de falso desarrollo; los 40 millones que viven en pobreza extrema, lo ocultan y lavan la suciedad los medios, especialmente la televisión. Toda Centro América poblada por excrecencias humanas creadas por los Estados Unidos. Son Estados modelos que el imperio desea para el mundo entero. Para ese fin, las oligarquías locales son las que dan las clarinadas. El caso de España, es patético, la derecha facha con toda su parafernalia ha volcado toda su artillería contra Venezuela, ocultando cínicamente su miseria moral. España está a la vanguardia en Europa de un Estado en descomposición: Desempleo abrumador, diariamente descienden a algún círculo del dantesco mundo de la desesperación, indignación y miseria por los desahucios miles de familias; la corrupción sin límites del partido político de la extrema derecha, descuartiza la moral de cualquier sociedad y anula las esperanzas.
El pueblo venezolano en el pasado ha sido víctima. En el presente su victimario. Esto alienta a la derecha fascista, a los reaccionarios y a los buitres allende las fronteras. Para comprender esta contradicción dialéctica fijemos la atención en la historia del poder político, económico y social en manos de las oligarquías locales, en toda Latino América. La inequidad, la desigualdad y la marginación son las claves del coloniaje primero, y del capitalismo salvaje, luego. La conservación de esta estructura de la sociedad consta en los mandamientos del nuevo orden mundial. La salida de esta masa marginada no consta en los planes de los poderes globales. Los países nórdicos –por ejemplo- han tenido picos históricos de bienestar pleno de sus pueblos; sin embargo, las dinámicas de la globalización hegemónica han declinado esos estándares. Nuestra América hispana –no miremos al África negra- cada vez se hunde y ahogan sus esperanzas. Venezuela ha sido un paradigma del “Laberinto de la soledad” –parangonando a Octavio Paz, en la descarnada desolación de su México inacabado.
Antropológicamente el caribeño es hedonista por esencia. Su existencia la entrega con fervor a quien le ofrece un paisaje dionisiaco que embriague los sentidos y el cuerpo -de hecho lo tiene en sus azules mares y blancas arenas- ¿No hay, aquí,  algo de los pueblos modernos del Mediterráneo -de la turística  España- fiesta-siesta? El caribeño ha poblado tierras y mares generosos. Levantando la mano encontraba el fruto, o lanzando el chayo  recogía el pescado. Con el menor esfuerzo: la cena estaba servida.
Su riqueza parecía inagotable. De pronto, una parte se la comieron, y la otra, la rapiñaron los forasteros. De pronto asoma Hugo Chávez y desafía a su pueblo a soñar primero, a construir una sociedad distinta: más equitativa en el disfrute de las enormes riquezas de esa Patria.  Lo cual exige grandes esfuerzos, sacrificios y nuevas perspectivas ideológicas frente a la vida. Cuando se creía haber encontrado el empinado y espinoso sendero para construir ese anhelado  nuevo mundo; se descubre que ni el pueblo ni las estrategias del poder se compadecía con la realidad. La construcción del nuevo hombre tampoco se realizaría.
¿Cómo se vuelve el pueblo victimario de su destino? Porque el modelo volvió de pronto a las masas depauperadas, en consumidoras voraces, dadas la riquezas de la Nación. En ese falso presupuesto, que si el pasado estuvo repleto de privaciones en el presente llegaría la satisfacción plena de las necesidades. De esa manera esos contingentes humanos se convertirían en incansable colmena que amasa su panal y lo defiende con la vida lo alcanzado. Mas, eso está por dilucidares. Hasta aquí, una parte de las masas que han experimentado el otro lado de la vida, han dado la espalda a las ideas y a sus dirigentes en un desesperado y falso intento por mantener el disfrute pleno del consumismo que el proyecto los embarcó. Vivienda, alimentos subsidiados, línea blanca, celulares, automóviles a bajo costo, computadoras y un largo listado de mercancías que adornan  las vitrinas de la cultura del consumo.
Chávez se inmoló –lo inmolaron- en ese sueño de sacar a la libertad y la participación democrática a los “condenados de la tierra”. Hoy, esos condenados, condenan que las mieles se van menguando de su paladar. Desean más, sin involucrarse, lo que significa hasta la vida. Carecen de ideales por los que luchar. El bienestar material que han recibido no le basta: aspiran que sea más y eterno. La clase media aspira medirse con la burguesía en todas sus exquisiteces. El compromiso es efímero y no tiene carga ideológica. Aplicable a la siguiente paradoja: la gallina se compromete –después de recibir el peso del gallo sobre sus espaldas- con su huevo en la mesa; mientras el cerdo se involucra con sus chicharrones y fritada –la vida- en el plato.
La derecha sin ninguna propuesta para el País, está arrastrando a aquellos que probaron los néctares del consumo y que les tientan el estilo de ricos y famosos. Mañana cuando despierten, y las oligarquías los devuelvan a sus lugares de donde provienen, será el apocalipsis de sus vidas.
Sin embargo debemos rendir homenaje a Hugo Chávez porque sus sueños contagiaron a la región de una integración sin tutores, cada día postergado. Los logros obtenidos son hasta ahora, no los ambicionados todavía. Además existen amenazas internas y externas de hacer estallar lo existente.


01 junio 2016

LOS PAPELES DE PANAMÁ


Arq. Vicente Vargas Ludeña
Inicialmente surgió la idea de tratar simultáneamente estos temas: ¡TRUMP ANTISISTEMA! - BRASIL, Y SU ORGÍA PERPETUA - LOS PAPELES DE PANAMÁ Y VENEZUELA EN SU LABERINTO. En el desarrollo del DOSSIER, que es, como se titularía el texto,  la importancia de los temas se extendió el análisis, lo que obligó a separarlos para ser colgados en el BLOG, independientemente.                                   
 Estos acontecimientos se desarrollan en línea geográfica vertical de norte a sur, en el hemisferio. Son trascendentes en la esfera global de la humanidad. Las vertiginosas narrativas económicas, sociales y políticas modifican rápidamente la aparente y apacible cotidianidad. La interpretación de esos relatos no es de fácil aprehensión porque la esencia de los modelos apenas muestra un vago boceto. Están refundidos en las catacumbas de los que diseñan el nuevo orden mundial. Es la moderna cristiandad que modificará la visión de una nueva humanidad.
Las hegemonías que alientan un mundo diferente, según sus propias teorías, traen la impronta de un mandato divino. La  estratificación de la sociedad que la historia nos ha mostrado; los sacerdotes del nuevo antropocentrismo pergeñan una pirámide más “chata”. Son los albores del moderno esclavismo: amos y esclavos. El segmento medianero no tiene ubicación entre el poder y el súbdito.
El mundo entero ha conocido la existencia de “Paraísos Fiscales” instalados geográficamente, prestando inestimables servicios a los ricos y famosos de cada País: para ocultar las fortunas  sin preguntar sus orígenes, evadir los impuestos, lavar la ilicitud de sus prácticas, y formar una inmensa red de Estados que se protegen entre sí de la opacidad de los flujos del dinero y las empresas, en desmedro del desarrollo armónico de otras naciones. De tal manera que esto no constituía ningún misterio. Los enigmas surgen con las circunstancias de develar estos agujeros negros en la economía global, ¿Quién, cuándo y porqué los sacan a la luz? De esto ya se ha debatido lo suficiente. Sin embargo el mundo nada cambiará, porque los objetivos de estas estructuras mafiosas es la acumulación de capital a cualquier costo.
“Panamá no es un País, es un negocio”. Dice el escritor británico John le Carré. Por eso y para eso fue creado en esa geografía de un vado y un puerto, cobijo seguro de bucaneros y piratas en el pasado y en el presente. Además estrecho estratégico militar.
No es fácilmente comprensible la existencia de estos territorios convertidos en paraísos fiscales, si no se recorre brevemente el concepto de imperio. Imperialismo colonialista no es igual a imperio contemporáneo. El primero dejo de existir con la caída del imperialismo Británico, tras la segunda Guerra Mundial. El segundo nace precisamente con la defunción del anterior pero con distintas responsabilidades y nuevos diseños globales. Estados Unidos no es el centro del imperio, aunque si lo es, desde su panoplia militar. El principio fundamental del imperio es que su poder no tiene un territorio ni un centro reales ni localizables. “El poder imperial –dice M. Hart y A. Negri- se distribuye en redes, mediante mecanismos de control móviles y articulados”. Wall Street no funcionaría sin el portaviones financiero de la City de Londres; o las Bolsas de Hong Kong, Frankfurt o Tokio. Lo mismo que el Pentágono sería un centro de mando militar sin saber dónde, ni a quien disparar. La OTAN es su gemelo, y demás centros armados que rodean militarmente al planeta. En la Guerra del Golfo los que dieron cara en el campo de batalla fueron Estados Unidos, Gran Bretaña y España que sirvió de mozo de librea. Mientras Japón y otros países involucrados, pusieron los billetes para obtener un resultado global. 
El imperio recurre para mantener su hegemonía y supervivencia a todo instrumento: jurídico, financiero, económico, político, ideológico y militar. Todo en los bordes de la moral. En el imperio, la corrupción está en todas partes. Es la piedra angular y la clave de la dominación. Reside adoptando diferentes formas, en el gobierno supremo del imperio y sus administraciones vasallas, en las fuerzas policiales administrativas más refinadas y corruptas –la implacable e impune fuerza matonil del sistema policial estadounidense-, en los lobbies de las clases dirigentes, en las mafias de grupos sociales emergentes, en las iglesias y las sectas –confrontar la variopinta mezcla de poder político y las iglesias en Brasil-, en perpetradores del escándalo en los grandes conglomerados financieros y las transnacionales –los constantes atracos bancarios y financieros  alrededor del mundo-. A través de la corrupción el poder imperial extiende una pantalla –los paraísos fiscales- de humo a lo largo del mundo y ejerce su dominio sobre la multitud en medio de una nube pútrida, en ausencia de la luz, la verdad y el bien.
El tinglado que los poderosos del dinero, en concubinato con las clases dirigentes de los Estados han creado, ante la impotencia de las sociedades desvalidas, son sencilla y laxamente organizaciones mafiosas. Crear entidades jurídicas y financieras -empresas off shore y otras formas- pueden estar están constituidas con toda la epistemología del derecho, pero llevan en su esencia la opacidad de las prácticas económicas de un País. Lo opaco impide ver la licitud de los negocios y la procedencia del dinero. Reino propicio para el delito.
Thomas Piketty en su libro “El Capital”, diserta las causas obvias para la creación y existencia de los paraísos fiscales. En el Capítulo XV “Un impuesto mundial al capital” señala que un verdadero objetivo de transparencia democrática y financiera es regular el capitalismo. Se trata, por una parte de evitar una espiral de desigualdad sin fin y una divergencia sin límite de esa desigualdad derivada de la riqueza, y otra, de permitir una regulación eficaz de las crisis financieras y bancarias.
La fuga de capitales huyendo del pago de impuestos donde se origina la riqueza, a cielos angelicales donde nadie pregunta. Piketty dice lo siguiente. “Los organismos nacionales e internacionales, los institutos de estadística europeos, estadunidenses y mundiales, por fin, estarían en condiciones de producir informes fiables sobre la distribución de la riqueza y su evolución. En lugar de consultar publicaciones del tipo Forbes o los informes en papel satinado por administradores de fortunas, los ciudadanos de diferentes países podrían tener acceso a una información pública establecida a partir de obligaciones y métodos declarativos definidos con toda precisión. La apuesta democrática es considerable: es muy difícil debatir con serenidad sobre los grandes desafíos del mundo de hoy –el futuro del Estado social, la financiación de la transición energética, la construcción del Estado en los países en desarrollo, etc.- mientras reine la opacidad sobre la distribución de la riqueza y las fortunas mundiales”
Resulta irracional, pero para el delincuente es eficacia y lucidez, en el apogeo actual de las Tics el conocimiento de las riquezas acumuladas en los bancos no es accesible ni para el espíritu santo. Es un lugar donde ni los Estados pueden llegar. El sigilo bancario inventado, es el perfecto pantanal donde los malandros, no lavan, enlodan su dignidad –que poco vale- y la riqueza que han depredado. La entidad bancaria asume poder y control de los demás. Así como la firma tecnológica Apple negó a los tribunales de justicia, desencriptar las informaciones contenidas en los celulares de una pareja de asesinos en un lugar de los Estados Unidos. Eso es poder. Lo otro son escusas,  cuando hoy se conoce, que no tenemos un lugar donde escondernos.

El autor material e intelectual de estas revelaciones es los Estados Unidos, sede de muchos paraísos diseñados y construidos con ese único propósito: mezclar el dinero franco de los negocios con el que proviene del narco tráfico –por ejemplo-. El juego de azar, en otra cantera para procesar dinero sucio. El candidato Donald Trump conoce muy bien de estas faenas; administra en la actualidad varios centros de juegos de azar, extendiendo sus redes, por ahora, hasta Panamá.